
La familia SBK de Ducati unifica sus propulsores y las versiones básica y S reciben ya el motor de máxima cilindrada hasta ahora sólo presente en la radical R para adecuarse a la reglamentación del Mundial SBK. La bicilíndrica llega así al límite legal de cilindrada para su categoría, un detalle que no ha supuesto ningún cambio sustancial en ninguno de sus otros apartados. Estéticamente permanece invariable, así como la parte ciclo, lo que no evita que hablemos de un modelo nuevo porque su interior encierra -la madre de todos los motores- de la firma de Borgo Panigale. La potencia máxima aumenta 10 CV con este trasvase, pasando ahora a 170 CV a 9.750 rpm con un par máximo de 128,5 Nm a 8.000 rpm.
Como en la Streetfighter, la técnica de fundición del cárter denominado Vacural reduce su peso en 3 kg, dejando el de la 1198 en un récord de 171 kg en seco. Para tener por la mano tanta potencia, Ducati ya presenta en la edición S su control de tracción DTC (Ducati Control Traction System) desarrollado para la original 1098 R, con ocho opciones posibles. Mediante dos sensores se anticipa la pérdida de adherencia del neumático posterior respecto al anterior y el sistema actúa sobre la inyección, cerrando el flujo hacia los cilindros.
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