El fabricante francés de vehículos Renault se ha asociado con la empresa Connected Energy para llevar a cabo un proyecto basado en sistemas de recarga alternativos para coches con un sistema de propulsión eléctrico. El nombre de este sistema es E-Stor y está compuesto por baterías reutilizadas de antiguos vehículos de la marca gala.
El almacenamiento de la energía se llevaría a cabo a través de una alimentación de baja potencia. Más tarde, al conectar el automóvil, esta energía guardada se liberaría a potencias elevadas. Lo que se consigue con ello es ofrecer soluciones de recarga rápida en sitios en los que resultaría muy difícil establecer una conexión directa a la red eléctrica.
De igual manera, su implantación masiva -desde ambas empresas se ha subrayado el económico coste que supone su instalación- favorecería la expansión de una sólida red de recarga para vehículos eléctricos. Y es que a pesar de que las baterías tengan una vida útil aproximada de entre ocho y diez años en un coche, su capacidad útil resulta suficiente para abastecer este tipo de estaciones de recarga.
Asimismo, este proyecto sirve para dar una segunda ´vida´ a estas baterías y contribuir en el cuidado del medio ambiente, no solo con el reciclaje en sí, sino con su reutilización. Por el momento hay instalados dos puntos de recarga en dos autopistas belgas y alemanas, pero se espera que en un futuro se popularicen como fuente de energía alternativa.
No solo para coches
Lo mejor de todo es que no han sido planeadas solo para vehículos, pues también podrán ser utilizadas en lugares como centros comerciales o industrias cuando estén a máxima capacidad y necesiten una dosis extra de energía. E-Stor se conectaría a, por ejemplo, paneles solares o fuentes de energía eólicas para almacenar y posteriormente liberar esa energía.
