
El Papamóvil de Benedicto XVI es un Mercedes ML430 pintado, según la marca, en color «blanco místico Vaticano». Su motor 4.3 V8 entrega 272 CV, y ya no se comercializa. No está totalmente blindado -de hecho, el parabrisas puede plegarse-, pero el habitáculo donde viaja el Papa sí que cuenta con cristales a prueba de balas. Esta adaptación de un Clase M data de 2007, de modo que no se trata de un modelo reciente. Aunque en sus viajes normalmente el Papa suele contar con dos vehículos, en Madrid solo habrá un Papamóvil.
Sin embargo, aunque lo veremos por Madrid, puede tener los días contados. Ahora, Mercedes-Benz ha ofrecido un Clase M híbrido -eléctrico con batería de litio y de combustión mediante gas hídrico-, que puede llegar a circular a 30 km/h con cero emisiones. No es un eléctrico 100 % enchufable porque, según informa el diario italiano «La Stampa», no confían en su autonomía si se produce una emergencia y hay que evacuar al Papa. Aunque Ratzinger visitará Alemania en septiembre, todo apunta a que Mercedes no tendrá listo este vehículo para entonces. Además, el Vaticano ya ha advertido de que no bastará con un Clase M eléctrico: Tendrá que ser verdaderamente eficiente.
Treinta años de servicio
La historia de los Papamóviles comienza en Estados Unidos en los años 60, cuando Ford empieza a adaptar las plataformas de sus Lincoln presidenciales para que el Papa Pablo VI tuviera un vehículo con el que desplazarse por el continente americano. Pero el primer Papamóvil propiamente dicho y concebido como tal se fabricó en Irlanda para la visita de Juan Pablo II en 1979. Al año siguiente, Mercedes adaptaba un Gelandewagen 230 G que permanece hoy en día en el museo de la marca. Mercedes y Ford han predominado con numerosos modelos: La primera ya regaló un Nürburg 460 a Pío XI en 1930.
En 1986 Renault realiza por primera vez un vehículo especial para el Papa, construyendo una Traffic en su planta de Córdoba (Argentina) que serviría a Wojtyla para sus desplazamientos por Sudamérica. Todos estos coches empezaron a blindarse después del intento de asesinato que sufrió en 1981. Y es que la Guardia Suiza era muy exigente cuando se ponía a examinar la seguridad de estas unidades especiales: Tenían que contar con ciertas partes a prueba de explosiones, y en una ocasión, Ford tuvo que cambiar su motor de serie por uno más potente, procedente de Caterpillar. Lo que más preocupa siempre es la rápida evacuación del Sumo Pontífice ante un posible sobresalto.
Nuevos fabricantes se fueron incorporando a la historia de este singular vehículo: Francisco Motors Corporation -planta de ensamblaje de camiones Mazda- fabricó un Papamóvil filipino en 1995, mientras que Toyota esperaría hasta 1997 para adaptar un Land Cruiser con el que el Papa se desplazara por Venezuela. Land Rover también le ha obsequiado con algún todo terreno cuando ha viajado a Inglaterra. Y cómo no, Fiat también ha fabricado Papamóviles, pero siempre han quedado para su uso dentro del Vaticano.