
Se trata de un prototipo de 3,93 metros impulsado únicamente por dos motores eléctricos alojados en la parte trasera. Éstos se alimentan de una batería de iones de litio, que puede conectarse a la red eléctrica doméstica. En marcha también aprovecha la energía de las frenadas y las deceleraciones para recargar la batería.
Las prestaciones de sus 204 caballos resultan sorprendentes. Por ejemplo para pasar de 0 a 100 km/h emplea tan sólo 5,9 segundos. Eso sí, su velocidad máxima está limitada a 200 km/h para evitar un gasto energético innecesario. Su autonomía se limita a 250 kilómetros.
Su carrocería está construida íntegramente en aluminio, por lo que su peso no supera los 1.350 kilos.
Incluye en todos los faros tecnología de diodos luminosos LED. La palanca de cambios se oculta en la consola central cuando el motor está apagado (igual que sucede en el Jaguar XF). Desde el volante podemos manejar ciertas funciones del coche através de un mando táctil.