A diferencia del modelo de BMW, que se configura como un híbrido enchufable, el Audi R8 e-tron es un vehículo 100% eléctrico, con un total de cuatro motores: dos situados en el eje delantero y dos en el trasero. Este espíritu ecologista convertirá al e-tron en el menos potente de la familia R8, aunque no por ello perderá el carácter divertido y radical de sus versiones con motor de combustión. Con estos cuatro propulsores eléctricos, la potencia total asciende a 312 CV, con un par que se eleva hasta unos impresionantes 4.500 Nm. Para alimentar a estos motores, el R8 e-tron cuenta con un paquete de baterías de iones de litio que penalizan el peso en 500 kilos, aunque no impide que el conjunto se quede en unos interesantes 1.600 kilos, muy similar al resto de variantes de gasolina. La batería se ha colocado en la parte trasera para que el reparto de pesos sea de 70% detrás y 30% delante.
Las prestaciones tampoco nos hacen pensar que estamos ante un coche eléctrico: acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos, sólo dos décimas más lento que con el motor 4.2 FSI V8 de 430 CV. Mantiene la tracción total Quattro, aunque en este caso es capaz de variar el nivel de par de manera independiente en cada uno de los cuatro motores.
La autonomía también supera a la del resto de vehículos eléctricos que estamos acostumbrados a ver. El R8 e-tron es capaz de recorrer unos 250 kilómetros con una sola carga de sus baterías, que precisan de entre seis y ocho horas para alcanzar su nivel máximo en un enchufe convencional. En una línea de alta tensión el tiempo se puede reducir hasta las 2,5 horas.
Aún no hay precios, aunque todo parece indicar que las primeras unidades se comenzarán a comercializar en pequeñas series.
