Aunque hablar de un modelo como el RS5 siempre crea una expectación lógica -al fin y al cabo no siempre hay novedades relacionadas con un coche con motor V8-, en este caso apenas tenemos que hablar de un ligero restyling, que no afecta a los sustancial del vehículo. Este ligero rediseño no tiene más razón que incorporar los cambios introducidos en el Audi A5, es decir, nuevos faros delanteros más afilados con luz diurna y acabados en grafito y tímidos cambios en los retrovisores, la calandra, los marcos de las ventanillas, los pilotos trasersos…
El motor sigue siendo el mismo V8 FSI de 4.2 litros con 450 CV y 430 Nm de par. Las cifras tampoco cambian: acelera de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y tiene una velocidad máxima limitada a 250 km/h -a petición del cliente se puede quitar la limitación para llegar hasta los 280 km/h-. Luce la caja de cambios S tronic de siete velocidades y doble embrague, con la posibilidad de cambio manual con levas en el volante y función Launch Control.