
BAS son las siglas de Brake Assist System (Sistema de Asistencia a la Frenada), dispositivo originalmente fabricado por TRW/Lucas que estrenó en 1996 el Mercedes Clase S y que básicamente se trata de una función añadida al Sistema Antibloqueo de Frenos –Antilock Braking System-: El ABS (y sus sensores) no sólo evita que las ruedas se bloqueen al frenar permitiendo aprovechar al máximo la capacidad de retención de los frenos sin perder direccionabilidad; es, a su vez, la base para el funcionamiento del BAS y de los controles de tracción, de estabilidad, de ayuda para el arranque en cuesta, para el descenso de pendientes…
El ABS es obligatorio desde 2003, de forma que la aplicación del BAS es una evolución lógica. Hoy día, esta función ya la incorporan en origen el 80% de los modelos nuevos, y la Unión Europea ha publicado una normativa que obligará a que todos los vehículos comercializados en Europa lo incluyan de serie a lo largo de este año. Pero, ¿es necesario?
La respuesta es sí: según un estudio de Bosch -uno de los principales fabricantes de este dispositivo-, un tercio de los conductores no sabe cómo frenar en una situación límite, pues o bien no pisan por completo el pedal de freno o lo sueltan antes de tiempo, alargando la frenada innecesariamente hasta un 40% -lo cual, circulando a 100 km/h, supone recorrer entre 20 y 25 metros de más-. Veamos en qué consiste exactamente el BAS, cuáles son todos sus secretos- y si merece o no la pena.
¿Qué es el BAS?
Se trata de un dispositivo que, ante una frenada de emergencia, es capaz de aprovechar de forma automática la máxima potencia de frenada del vehículo y, además, activa el warning. Se desconecta por sí solo cuando el conductor suelta el pedal de freno por completo.
¿Cómo funciona?
Básicamente, cuenta con un sensor en el pedal del acelerador y con otro en el del freno que detectan la rapidez con la que el conductor deja de acelerar y empieza a frenar y, también, la presión que ejerce sobre este último pedal, pues en una situación de emergencia esta maniobra se ejecuta con mucha más rapidez, brusquedad y fuerza de lo habitual. Cuando los sensores detectan esa emergencia, informan a la centralita de control que, a su vez, ordena al sistema de frenos que se active como si el conductor hubiera pisado a fondo el pedal de freno. Al mismo tiempo, la centralita conecta las luces de emergencia -los cuatro intermitentes-.
Mantenimiento
El BAS como tal no tiene ningún tipo de mantenimiento, tan sólo conviene revisar que funciona correctamente cada diez años en un taller: la diagnosis cuesta menos de 15 euros. En caso de avería, se encendería el testigo del ABS en el cuadro de mandos y su reparación se situará entre los 40 euros, si es un simple problema de programación electrónica, y los 600, de media. Si se opta por una centralita nueva, esa cifra ascendería a unos 1.200 euros.
Eso sí, para un funcionamiento óptimo, el sistema de frenos tiene que estar al día, como en cualquier coche. Para ello, debes sustituir el líquido de frenos -50 – de media, cada dos años-, los discos -350 – aproximadamente, y duran unos 90.000 km- y las pastillas -alrededor de 200 -, duran 50.000 km de media-. Revisa también el correcto funcionamiento de las luces de freno cada dos meses -una bombilla cuesta unos 0,50 euros de media-.
¿Cuánto cuesta la opción?
El BAS sólo viene de serie, junto con el ABS, y no se ofrece como opción. Pero antes de que acabe 2010 ya lo ofrecerán todos los coches nuevos. En la actualidad, el BAS es de serie en el 80% de los modelos que se comercializan en España.
¿Lo puedo instalar?
Técnicamente es posible, pero resulta complicado, su precio superaría los 1.500 euros y probablemente no funcionaría a la perfección. Por eso, si tu coche no lleva BAS, lo mejor es aprender a frenar. Hay cursos de conducción donde te enseñan a frenar al límite -por ejemplo, el del RACC y Autofácil, que cuesta sólo 99 euros-. Con un poco de práctica frenarás con la misma eficacia que el BAS y además aprenderás otras técnicas de conducción -cómo trazar curvas, cómo recuperar el control del vehículo- que mejorarán tu seguridad.
ACC: ¿el siguiente paso del BAS?
ACC (Adaptative Cruise Control) son las siglas del control de velocidad activo. Se trata de un sistema que, mediante unos sensores instalados en el frontal del vehículo, es capaz de regular automáticamente la velocidad del vehículo en función de la que lleve el coche que nos precede, actuando sobre el acelerador y el freno sin que el conductor tenga que intervenir. Los más avanzados llegan, incluso, a detener el vehículo por completo, si bien todavía no son capaces de tomar la decisión de frenar al máximo ante una situación de emergencia. Está disponible en opción en modelos de gama alta -Mercedes Clase S, Audi A6…- por unos 2.500 euros de media.
Los otros nombres del BAS
Aunque el nombre original es BAS –Brake Assist System-, este sistema también es conocido con otras siglas, según el fabricante que lo utiliza, como HBA -Abarth, Alfa Romeo, Fiat, Lancia-, EBA -Aston Martin, Ford, Jaguar, Land Rover, Mazda, Volvo- y MBA -Cadillac-. Además, es muy habitual que marcas como Renault, Seat, Citroën o Peugeot se refieran a él con las siglas de la traducción del nombre del sistema al español: SAFE -Sistema de Ayuda a la Frenada de Emergencia- y AFU -Ayuda a la Frenada de Urgencia-.
Cómo frenar ante una emergencia…
1. Si tu coche no tiene ABS
Pisa el embrague a fondo y el freno también; los neumáticos se bloquearán, así que lo ideal es que, una vez que se hayan bloqueado, liberes un poquito de presión sobre el pedal de freno, lo justo como para que la rueda gire un poquito. Mantén el embrague siempre a fondo. Así conservarás cierto control sobre la dirección y aprovecharás la máxima capacidad de frenada del coche.
2. Si tu coche lleva ABS…
pero no lleva BAS. Pisa al mismo tiempo y totalmente a fondo el pedal de freno y el del embrague, y no los sueltes hasta que el vehículo se detenga por completo -notarás que el pedal de freno te empuja el pie hacia arriba; se debe al funcionamiento del ABS, y lo que debes hacer es pisar con más fuerza todavía-. De esta forma, aprovecharás la máxima capacidad de frenada del vehículo.
3. Si tu coche tiene ABS y BAS
Independientemente de que tu coche tenga BAS, en una situación de emergencia es recomendable frenar siempre a fondo, tal y como explicamos en el paso 2.
Texto: M. Tineo