Los conductores no están contentos. Uno de los sancionados, Ryan Kinter, ha iniciado una disputa legal con la oficina del sheriff del condado de Seminole, porque considera que él estaba comunicándose con otros vehículos, y el derecho a comunicarse con otros está amparado por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense.
No obstante, Kinter no se limitó a dar una vez las largas: Lo que hizo fue detenerse justo delante del radar y empezar a lanzar ráfagas a todos los vehículos que pasaban. Sea como fuere, el juez ha dado la razón a Kinter y ha declarado que su actuación está protegida legalmente por la Constitución. Tal y como explica Marcus Jones, abogado de Kinter, el juez «consideró que la policía se había desviado de su camino expresamente para silenciar al señor Kinter, y que eso es una clara violación del derecho a la libertad de expresión recogido en la Primera Enmienda».
Mientras Marcus Jones se prepara para defender el mes que viene un nuevo caso sobre este mismo asunto, las patrullas de carretera de Florida han accedido voluntariamente a dejar de perseguir a los que avisen de que hay un radar a la vista.