
AMG también se une a esta moda y ha presentado su nuevo motor V8 de 5.5 litros, que sustituirá este verano al conocido 6.2. Este bloque, conocido internamente como M157, se ofrecerá con dos versiones distintas. La primera de ellas entrega una potencia máxima de 544 CV a 5.500 rpm, es decir, 19 CV más que el 6.208 cc actual. El par motor también aumenta de manera considerable hasta los 800 Nm entre las 2.000 y las 4.500 revoluciones (el actual se conforma con 630 Nm). La versión más potente (integrada con el paquete AMG Performance) es capaz de estirarse hasta los 571 CV a 5.500 rpm, mientras que el par aumenta hasta 900 Nm, que se consiguen entre las 2.500 y las 3.750 rpm.
El encargado de estrenar esta mecánica será el E63 AMG, que se beneficiará de este incremento de potencia este mismo verano. La transmisión correrá a cargo de la caja AMG Speedshift MCT de siete velocidades (incluirá Start/Stop en alguna versión).
Gasta un 25% menos
A pesar de aumentar la potencia y el par de manera considerable, el E63 AMG con el motor 5.5 necesita apenas 10,5 litros para recorrer 100 km, es decir, 3,9 litros menos que el actual. Estas cifras son bastante notables, ya que no podemos olvidar que la potencia ha aumentado 19 y 46 CV (según la versión) y el par, 170 y 270 Nm respectivamente. Las emisiones de CO2 también han descendido un 28,5% para situarse en 246 g/km (frente a los 344 del 6.2).
En cuanto a prestaciones, acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos (4,4 en la versión de 571 CV) y alcanza una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h (el paquete AMG Performance está limitado a 300 km/h).