El dispositivo, diseñado para evitar abolladuras y arañazos, ha sido desarrollado por los ingenieros de Ford en Colonia (Alemania). En palabras de Matthias Tensing, su ingeniero de desarrollo, «el protector de puertas va a ser uno de esos accesorios del que los clientes dicen ‘¿Cómo no se le ha ocurrido esto antes a nadie?’. Va a ser todo un alivio para padres con hijos en el asiento trasero o para cualquiera que estacione en una plaza de aparcamiento estrecha».
El protector entra en funcionamiento en cuanto el recorrido de apertura de la puerta supera los 150 milímetros. Las incidencias también están pensadas: Cuando la puerta va a volver a cerrarse, el protector tarda solo 60 milisegundos en replegarse sin estorbar. Tanta rápidez se debe al esfuerzo por proteger a la puerta del mayor número posible de obstáculos, de forma que la goma solo se oculta en el preciso instante antes de cerrar. El protector queda escondido para no afectar a la estética del Focus.
Pero si en este proceso llega a obstruirse, hay preparado todo un mecanismo de emergencia para evitar cualquier clase de daño al vehículo. Y, según la marca, todo ello en el máximo silencio posible. La goma utilizada está fabricada en un material altamente resistente a su continuo uso. Además, puede ser sustituida sin dificultades.
Según un estudio de Ford realizado en España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, los españoles son los propietarios de coches que más desperfectos sufren con las puertas: Un 83 % reconoce haber tenido algún problema, mientras que los británicos son los más cuidadosos, con solo un 53 % de incidencias. Ford calcula que su sistema evita rasguños con el 90 % de los obstáculos que se cruzan en el camino de las puertas delanteras, y con un 85 % en el caso de las traseras.
Ford todavía no ha anunciado en qué versiones del Focus nos llevaremos este dispositivo, o si por el contrario va a ser una opción con sobreprecio en todos los casos. Tampoco ha comentado posibles planes de implantación en otros de sus modelos.
