Como ciudad-estado del sureste asiático, Singapur es el segundo país con mayor densidad de población del mundo -después de Mónaco-. Esto acarrea graves problemas de atascos en sus principales vías. Pero el gobierno tiene una solución: Hacer insoportable el coste de poseer un vehículo.
El canal económico Bloomberg hace una comparación entre el coste de un Toyota Camry con los impuestos aplicados en Singapur, con el precio del coche en Estados Unidos. En el primer caso, el Camry alcanza los 114.000 –, por los 27.000 – en el mercado estadounidense.
Otra medida pasa por elevar el coste total de sacarse el carnet de conducir… hasta 55.000 – en los peores casos. De modo que, para el gobierno de Singapur, la forma más eficaz de regular el tráfico es atacando al bolsillo de los conductores…
