Es una información que publica el diario económico Cinco Días, y que desde el Ministerio de Fomento no han querido confirmar ni desmentir. Sin embargo, han recordado que ya se han hecho varios estudios acerca de esta posibilidad, que denominan «tarificación de las infraestructuras». El plan ya se ha tratado en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos y, al parecer, Fomento no está tan convencido con la idea como el Ministerio de Hacienda. La puesta en marcha de la medida sería ya para el año que viene.
Según Aseta, la patronal de las concesionarias de peajes, con esta medida el Estado recaudaría 3.000 millones de euros. Para esta asociación, es algo que no debería sorprendernos, pues ya se hace en otros países de la Unión Europea. Debido al descenso del número de usuarios, las concesionarias de peaje tienen una deuda de 4.000 millones de euros, y los nuevos peajes serían para el Estado una forma de tapar este agujero. En principio, los ingresos recaudados mediante esta tarificación se destinarían a la conservación y mantenimiento de los 8.360 kilómetros de autovías con titularidad del Estado que todavía son gratuitas. No obstante, el coste de estos peajes para el bolsillo del conductor sería muy inferior al de los que existen hoy por hoy.
Mientras tanto, en la Autovía del Mediterráneo (AP-7), unos 2.500 conductores se apuntaron ayer a la campaña de la Plataforma Prou Peatges («Basta de Peajes»). Los participantes decían a los operarios del peaje la frase no vull pagar («no quiero pagar»). Éstos no discutían, pero antes de levantar la barrera tomaban la matrícula del vehículo y, en ocasiones, el DNI. La protesta llegó a provocar retenciones de un kilómetro en algunos puntos. Alentada por sectores independentistas, reclamaron «el desmantelamiento de los peajes en Cataluña», afirmando que Abertis se había enriquecido a costa de los conductores catalanes, que siguen pagando para circular por unas vías ya amortizadas, y destacando el «agravio comparativo» respecto a otras autonomías del Estado, donde hay menos peajes.
Actualmente, en España son de peaje el 21 % de las autovías y autopistas, es decir, unos 3.000 kilómetros de los 15.000 que suman en total.