Los cambios no son muy notables respecto al prototipo que vimos en Frankfurt en el mes de septiembre, pero sirven de escaparate para mostrar las últimas novedades tecnológicas de la marca. En ambos casos encontramos la próxima generación del sistema Terrain Response, el dispositivo Terrain-i -advierte al conductor de la presencia de obstáculos en la conducción todoterreno-, el control de ayuda al vadeo -evalúa la profundidad del agua mediante un sónar-, la tracción permanente a las cuatro ruedas con caja de cambios de ocho velocidades, la función de arranque y parada y el sistema Driveline Disconnect -desacopla físicamente el eje trasero para ahorrar combustible-.
Los retoques principales para Los Ángeles han sido la introducción de llantas de aleación optimizadas de 20- con neumáticos todoterreno Cooper, una baca, un snorkel y otros accesorios menores. Están pintados con la combinación de pintura Heritage Blue -azul- y techo blanco Candy Weiss. El DC100 Sport quiere rescatar el espíritu aventurero de los primeros Defender, e incorpora un parabrisas plegable y un techo de lona.
Volviendo al apartado tecnológico, quizá lo más interesante de estos prototipos, cabe destacar el funcionamiento del sistema Terrain-i, que crea un mapa 3D de la topografía a la que se enfrenta el vehículo, localiza posibles riesgos y sugiere al conductor rutas alternativas más seguras. En ciudad es capaz de detectar peatones y otros obstáculos. Es curioso también el sistema de ayuda al vadeo, que mide la profundidad del agua mediante sensores instalados en los paragolpes y los espejos retrovisores y prepara el vehículo para facilitar el vadeo: eleva la suspensión, optimiza el cierre de las entradas y salidas de aire de la carrocería, selecciona una marcha más corta…
