En lo referente a prestaciones, sólo sabemos que la autonomía será de 200 kilómetros, un poco más que modelos como el Mitsubishi i-MiEV, pero que por el momento no permiten su uso más allá de un ámbito urbano o periurbano. En todo caso, esta versión eléctrica ya supone un paso adelante en el desarrollo de vehículos de cero emisiones, ya que hasta el momento teníamos que hablar de modelos de pequeñas dimensiones y poco atractivos por habitabilidad, equipamiento y precio -a excepción del Nissan Leaf-. Según la marca, se ofrecerá principalmente a administraciones locales y clientes de flotas.
¿Y qué hay para resto de los mortales? Según el fabricante nipón, el futuro inmediato pasa por los motores de combustión interna, por lo que sus esfuerzos en estos momentos se centrarán en mejorar sus tecnologías básicas en este tipo de motores. Así, su prioridad es el desarrollo de mecánicas y transmisiones más eficientes, al mismo tiempo que reducir el peso de sus coches. A partir de ahí se irán introduciendo frenos regenerativos, sistemas híbridos- para llegar en un futuro a la electrificación total.