El Shooting Brake podemos entenderlo como un modelo a medio camino entre un coupé y un familiar, con un diseño frontal que recuerda al CLS, una parrilla muy similar a la del SLS AMG, un morro muy alargado, una línea de cintura muy alta y un techo descendente que se prolonga hasta la zaga. La habitabilidad, en cambio, estaría más cercana a la de un familiar, aunque seguirá manteniendo las cuatro plazas del CLS. Donde sí habrá un cambio importante respecto al coupé será en la capacidad de carga, una característica que lo convertirán en una buena alternativa para realizar viajes largos con un plus de emoción.
En el apartado mecánico, es más que probable que estén disponibles los mismos motores que en el CLS, es decir, dos propulsores diésel de 204 y 265 CV, y dos gasolina de 306 y 408 CV, sin desdeñar una posible versión AMG con más de 500 CV de potencia.
Su fabricación correrá a cargo de la fábrica de Mercedes en Sindelfingen (Alemania), donde también se producen el CLS y el Clase E.