Esto significa que el próximo Mini crecerá, como mínimo, hasta esos 3,8 m, que compartirá muchos de sus componentes con el futuro BMW Serie 0 y que, una vez más, pretende convertirse en el urbano más deportivo de la categoría, corrigiendo uno de los grandes defectos del coche: su limitada comodidad en marcha.
Exteriormente, seguirá ‘siendo un Mini’, con los rasgos maestros de sus antecesores, pero con nuevos detalles ya vistos en el concept Rocketman como una toma de aire frontal de mayor tamaño, unos faros redondos más inclinados… El interior conserva las cuatro plazas -aunque las traseras serán más amplias- y mantendrá una de sus señas de identidad: el original y enorme velocímetro en posición central, pero, sobre todo, ofrecerá una mejor calidad.
Bajo el capó estrena un novedoso motor 1.5 turbo de tres cilindros con inyección directa de gasolina disponible con 120, 150 y 180 CV; ya en 2014, llegará su versión más radical: la John Cooper Works de 250 CV. Mientras, en diesel aparece otro novedoso tricilíndrico con hasta 165 CV.
Fotos: CarPix
