El presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, lamenta que la mayoría de los usuarios vean el desembolso que hay que hacer para obtener el permiso de conducción como «un gasto» y no como «una inversión«.
En el primer trimestre de 2012, se expidieron 131.500 carnés de conducir, frente a los casi 200.000 de 1981. En el caso del permiso B para turismos, se ha producido una caída del 37 % en los últimos cinco años. En estas cifras influye la drástica caída de las matriculaciones en los últimos tiempos: Si la gente cree que no va a poder adquirir un coche para conducirlo, pierde interés en conseguir una licencia. Por otra parte, los que por culpa de la crisis hayan vendido el que tenían, tal vez prescindan de renovárselo.
En la reunión con María Seguí, Báez ha aprovechado para proponer la inclusión de diez clases de seguridad vial en los planes de estudio de las autoescuelas. A su modo de ver, «si no se entiende por qué se fija una norma, después no se cumple». Báez es duro con las enseñanzas que se imparten hoy por hoy: «La educación teórica a los nuevos conductores es mala, se aprende de memoria y muchas veces el alumno no entiende nada de lo que aprende».
El presidente de CNAE también se muestra partidario de los exámenes de conducción autónoma -que ya se llevan a cabo en Madrid, Barcelona, Burgos, Segovia, Gran Canaria, Sevilla y Navarra-, pero propone que el alumno pueda hacer previamente un simulacro de examen con el propio examinador de la DGT. También defiende que se implanten los tests por ordenador en el examen teórico, lo que permitiría incluir más preguntas.
