Como es habitual, este paquete ofrece una serie de elementos estéticos y detalles de equipamiento para potenciar la imagen deportiva, como un spoiler trasero, taloneras de estilo racing en el mismo color que la carrocería, llantas de aleación de 17 pulgadas con diseño Mallory, iluminación de matrícula de Led y logotipo R-Line en la parrilla del radiador.
Está disponible en todos los motores, a excepción de los dos bloques menos prestacionales, es decir, los 1.2, tanto gasolina como diésel, de 70 y 75 CV respectivamente. Esto incluye al recién estrenado 1.2 TSI de 90 CV, sustituto del anterior 1.4i de 85 CV.
El precio de este pack oscila entre los 805 y los 835 euros, según el impuesto de matriculación de la versión elegida.