Los motores diésel V6 de 3.0 litros introducen ahora las modificaciones que ya vimos con el Discovery 4. Esto implica un aumento de potencia en el más prestacional: pasa de 245 a 255 CV -con unas emisiones de CO2 de 230 g/km en lugar de 243 g/km-, y una mejora en la eficiencia en la mecánica de 211 CV, que reduce sus cifras de emisiones de 243 a 224 g/km gracias al sistema de inyección de combustible de bajo caudal. Ambos montan de serie el filtro de partículas diésel (DPF). El propulsor más potente, el 5.0 LR-V8 Supercharged de gasolina se mantiene sin cambios en los mismos 510 CV de potencia.
Estéticamente encontramos cambios muy ligeros. El modelo 2012 se actualiza con nuevos colores y detalles de la carrocería y nuevas combinaciones de color para el interior en los modelos Autobiography. Además, todos traen de serie -menos el diésel de acceso- el portón de activación eléctrica, con la posibilidad de programar la altura de apertura deseada.
El equipamiento se nutre, por primera vez, de pantalla táctil de 7 pulgadas con tecnología Dual View, gracias a la cual el conductor puede consultar la pantalla del navegador mientras el acompañante disfruta de una película en DVD. El paquete de entretenimiento de los asientos traseros también se ha mejorado mediante la introducción de la tecnología inalámbrica WhiteFireTM.
Los sistemas de sonido también incluyen mejoras: los Hi-ICE y Premium utilizan la arquitectura MOST Gen 2.1 y, en el caso del segundo, se llega a una potencia de 825 W a través de sus 17 altavoces. Se introduce también en los sistemas superiores la función de control de voz «Diga lo que ve», que permite al conductor utilizar órdenes de voz para controlar algunas funciones.