Ya en el Salón de Dubai del año pasado, Chevrolet había presentado el Trailblazer Concept, y ahora llega la versión definitiva para la producción. El frontal del Trailblazer cuenta con una altura al suelo superior a la que nos tienen acostumbrados los coches de su segmento, grandes faros y la clásica parrilla de la marca dividida en dos secciones horizontales. En su trasera, lo que más llama la atención son las prolongaciones laterales de la luneta. Por lo demás, detrás mandan las líneas rectas.
Sin embargo, para que el nuevo Trailblazer será un modelo más barato que el que dejó de fabricarse en 2009, a cambio vendrá peor equipado -con dos acabados, LT y LTZ– y con menos versiones entre las que elegir -sólo ofrecerá dos motores diesel: un 2.5 de 150 CV y 350 Nm, y un 2.8 de 180 CV y 440 Nm (que se convierten en 470 Nm con la caja automática de seis marchas, en vez de la de serie de cinco velocidades)-. Es algo que se nota en su interior, bastante austero pero con siete plazas y un espacio de carga plano si se abaten las dos filas de asientos traseros. Al menos sí que incluye controles electrónicos de frenada y tracción, conexión Bluetooth, toma USB, asistente para el descenso de pendientes…
El nuevo Trailblazer está pensado para comercializarse en mercados emergentes. Algo que Chevrolet se ha tomado muy en serio ya que, durante su periodo de desarrollo, hicieron vivir a todo el equipo de diseño en Tailandia, para comprender qué uso hacen allí de este tipo de vehículos. En junio se lanzará en dicho país, donde también se produce, y poco a poco se irá extendiendo por Asia. Chevrolet aún no ha indicado si el Trailblazer llegará a Europa o a Estados Unidos.
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