Se trata de un modelo con un diseño exterior muy similar al peculiar Clubman -la versión más larga del Mini, con un maletero de 260 litros-; sin embargo, el Clubvan sólo cuenta con dos asientos delanteros, dejando toda la parte posterior para dedicarla exclusivamente a carga. De hecho, cuenta con una rejilla metálica para impedir que los objetos puedan entrar en las plazas delanteras.
Por lo demás, el Clubvan mantiene las dos puertas traseras para acceder al espacio de carga como en el Clubman, así como la puerta lateral derecha trasera que se abre en sentido contrario al de la delantera, un concepto que Mini denomina Clubdoor. Las ventanillas laterales traseras y las de las puertas posteriores son opacas.
De momento, Mini no ha desvelado qué mecánica podría llevar este Mini, pero sí afirma que -en caso de llegar a la venta- mantendrá todo cuanto hace del Mini un vehículo muy especial de conducir, por sus reacciones ágiles y deportivas. Por eso, no sería de extrañar que contase con variantes One, Cooper y Cooper S… e, incluso, alguna edición limitada John Cooper Works casi exclusiva para coleccionistas.
