Desde comienzo de los 60, Volvo empezó a construir pequeñas series top models para abrirse a nuevos mercados y captar la atención de más clientes, que atraídos por la exclusividad de estos ocupes podrían mostrar interés en otros modelos menos exclusivos. Esta estrategia funcionó con la serie 1800 y también con la serie 240/260, que dio el top model conocido como 262C, también fabricado por Carrozzeria Bertone. Esto ocurrió en 1977, pocos años antes del lanzamiento de la serie 760/740, que tuvo lugar a principios de los 80.
Completamente nuevo
Mientras que el 262C no fue más que una modificación de la carrocería existente, el 780 fue concebido como un modelo completamente nuevo (no compartía ninguno de los paneles de carrocería con los vehículos de cuatro o cinco puertas). El resultado final fue expuesto en el Salón de Ginebra de 1985, donde fue presentado como máxima expresión de confort: «Con el 780, podemos ofrecer un elegante turismo con un diseño personal, detalles exclusivos y un programa de motor único con el énfasis puesto en el confort», afirmó el responsable de marketing de Volvo Car Corporation, Carleric Häggström.
La calidad se paga
El Volvo 780 estaba cargado de elementos novedosos en su época, y la mayoría de sus dispositivos eran de accionamiento eléctrico, como los asientos, las ventanillas, los retrovisores y el techo solar. Tenía una unidad de aire acondicionado, frenos ABS, sistema de nivelación automático, centro de información electrónico y un avanzado sistema de sonido. Por supuesto, todo este despliegue técnico tenía su precio, concretamente 290.000 coronas suecas, casi dos veces el precio de un 760 GLE.
No llegaba a 200 km/h
Los interesados en este modelo podía elegir entre tres motores: el V6 de 2.8 litros, un turboalimentado de cuatro o el turbodiésel de seis en línea utilizado por Volvo en ese momento. Sin embargo, ninguno de esos motores era capaz de llevar el vehículo hasta una velocidad máxima de 200 km/h.
Estaba dirigido principalmente a los mercados de EE.UU., Japón y algunos países europeos, entre ellos Suecia. El Volvo 780 siguió en producción hasta 1990 sin ningún cambio importante en el exterior, pero técnicamente se mantuvo al nivel del 760 e incorporó la suspensión trasera independiente para el modelo del año 1988.
Sólo se fabricaron 8.518 unidades.