Debido a la naturaleza del producto esperábamos un precio elevado, pero no mucho más de los 42.900 euros que cuesta un Opel Ampera o los 41.950 euros de su hermano americano: el Chevrolet Volt, dos de sus principales rivales -aunque estos dos modelos son eléctricos de autonomía extendida con un bloque de gasolina 1.4 y dos motores eléctricos-.
En el caso del V60, el sistema híbrido utiliza un motor turbodiésel de 2.4 litros y cinco cilindros que desarrolla una potencia máxima de 215 CV con un nada despreciable par de 440 Nm. El otro bloque es un eléctrico de 70 CV y 200 Nm, que se alimenta gracias a un paquete de baterías de iones de litio. La parte positiva es que las baterías se pueden recargar en una toma de corriente convencional para conseguir una autonomía eléctrica de 50 kilómetros. El motor diésel envía su fuerza al eje delantero, mientras que el eléctrico actúa en el trasero; de esta forma, cuando ambos bloques actúan al mismo tiempo la tracción es total. La transmisión es una automática de seis velocidades y permite tres modos de funcionamiento: ‘Pure’ -sólo eléctrico-, ‘Hybrid’ -híbrido- y ‘Power’ -más prestacional-.
La idea de la marca sueca es producir un primer lote de 1.000 vehículos para satisfacer la demanda durante 2013 y aumentar la producción entre las 4.000 y las 6.000 unidades en 2014. El 80% de las ventas irán destinadas a flotas de empresas.