El Jeep Wrangler Dragon ha sido realizado sobre la base del Wrangler Rubicon, y luce los colores clásicos del dragón chino: El negro y los toques dorados y en bronce. Esta combinación la encontraremos en la parrilla delantera, el capó, los contornos de los faros, la tapa del depósito de combustible… y las llantas de 18 pulgadas y cinco radios. Si no te parecen nada del otro mundo, Jeep ha pensado en una edición off-road con llantas de 35 pulgadas…
No faltan las siluetas de dragones por todo el coche: Desde fuera en el frontal -en la cubierta de fibra de carbono bajo el capó- y los laterales hasta dentro en los reposacabezas, o incluso en la tapa de la rueda de repuesto. Dichas imágenes son vinilos grabados a láser. En su interior, el volante, el salpicadero y el cuero de los asientos están rematados con toques en oro y bronce. El Wrangler Dragon cuenta con techo duro y carrocería de tres volúmenes. Todas las luces delanteras son LEDs -los faros, los antiniebla y los intermitentes-.
En el apartado mecánico, Jeep ha optado por montar en el Wrangler Dragon el motor Pentastar V6 de 3.6 litros y 284 CV. De momento, la marca no tiene previsto llegar a comercializar el Wrangler Dragon ni siquiera en China pero, como siempre, si tiene buena acogida en el Salón de Pekín tal vez cambie de opinión y acabe pasando a la producción.
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