Esta nueva generación de esta gama ecológica se distingue por la utilización del sistema Stop/Start y la recuperación de la energía de frenado, dos soluciones contenidas dentro de lo que Skoda denomina Simply Clever.
75 y 105 CV
Los modelos GreenLine tienen a su disposición dos eficientes bloques TDI. Los Octavia, Yeti y Superb GreenLine equipan el bloque 1.6 TDI common rail de 105 CV, mientras que los más pequeños, el Fabia y el Roomster GreenLine se conforman con el 1.2 TDI de 75 CV. Ambos motores cuentan con filtro de partículas, como todos los diésel de la marca checa, y turboalimentación, además de la citada inyección directa common rail. En cuanto a par, el 1.6 TDI llega hasta los 250 Nm de las 1.500 a las 2.500 rpm, algo más de los 180 Nm que alcanza el 1.2 a 2.000 rpm.
Diseñados para consumir poco
Al margen de las mejoras mecánicas, el diseño también se ha modificado para reducir el consumo y las emisiones de CO2, aunque la compañía no ha profundizado en este aspecto. Sea como sea, los números son más que interesantes: el Fabia GreenLine y el Fabia Combi GreenLine apenas consumen 3,4 l/100 km con unas emisiones de 89 g/km, mientras que el monovolumen compacto, el Roomster, consume 4,2 litros y emite 109 g/km, las cifras más bajas de su categoría.
En cuanto al Octavia GreenLine, el consumo es realmente bajo para un vehículo de estas características: 3,8 litros cada 100 km. Las emisiones también se detienen en unos contenidos 99 g/km. La versión Combi, por su parte, sube hasta los 4,2 l/100 km y a los 109 g/km, es decir, los mismos números que el Roomster.
El recién llegado a la gama GreenLine, el Yeti, homologa un consumo de 4,6 litros y unas emisiones de CO2 de 119 g/km, aunque manteniendo unas prestaciones más que aceptables: acelera de 0 a 100 km/h en 12,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 176 km/h.
Otro que se estrena, el Superb GreenLine, ofrece un consumo en ciclo combinado de 4,4 litros cada 100 km y unas emisiones de 114 g/km, tanto la berlina como el Combi.
