En España se venderán aproximadamente, en 2016, 4.000 vehículos eléctricos, una cifra que Nissan -el líder mundial en movilidad sin emisiones- espera se triplique en 2017. La venta de 12.000 vehículos eléctricos [y la sustitución de otros tantos con motor térmico y 15 años de antigüedad, la media de edad de los vehículos retirados mediante el PIVE- supondría, para nuestro país, la no emisión de 40 millones de toneladas de CO2, y el ahorro de 16 millones de litros de carburante, así como la no adquisición de petróleo por valor de 18 millones de euros.
Esas son las razones que esgrime el consejero director general de Nissan, Marco Toro, para alcanzar una cuota de venta de aprox. 1% en 2017 -lo que supone unas previsiones totales de matriculaciones de 1.200.000 vehículos-. Y es que, según Toro, eso nos llevaría a una situación similar a países de nuestro entorno como Reino Unido, donde los eléctricos ya alcanzan este 1% de cuota; o Francia, país en el que ya suponen el 1,2% de las ventas.
Pero Nissan da más razones para que los usuarios compren vehículos eléctricos, aun cuando todavía no se haya aprobado el Plan Movea 2017 -aunque se da por supuesto que se aprobará en las próximas semanas-. Y es que Nissan cifra el ahorro derivado de usar un eléctrico en 2.000 euros/año si lo adquiere un particular, 2.600 euros/año si lo compra una empresa y 4.500 euros/año en el caso de que lo adquiera un taxista.
Más allá de estas ventajas, a este II Foro de Movilidad Sostenible han asistido representantes del Gobierno y del Ayuntamiento de Madrid, así como representantes del sector del taxi, de ANFAC -asociación de los fabricantes de vehículos-, miembros de empresas de energía o asociaciones promotoras de estos vehículos como AEDIVE -Asoc. Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico-. Todos ellos, junto con los responsables de Nissan, han coincidido en señalar que una mayor penetración del vehículo eléctrico podría suponer para España «una oportunidad de carácter industrial». De igual forma, han coincido en señalar cinco factores a resolver para incrementar la presencia de estos vehículos en el parque español.
Así, según los participantes en este Foro se deberían mantener los incentivos a la compra, pero «de forma sostenida a lo largo de varios años». Estos ponentes han indicado, asimismo, la necesidad de homogeneizar las ventajas [a la hora de estacionar o en el pago reducido de los impuestos de circulación] de estos vehículos en todas las localidades de España -«si salgo de mi ciudad, ya no sé que puedo hacer con mi eléctrico y no sé si me multarán», declaraba una usuaria particular-. Otro de los factores a investigar es la modificación de la actual normativa sobre las empresas gestoras de carga -las únicas que pueden vender electricidad-, debido a su complicación y limitaciones. Y, por supuesto, otro absolutamente determinante es el desarrollo y la ampliación de las infraestructuras de recarga -incluidos puntos de recarga rápida- en las ciudades-. Por último, desde el Foro también se ha hecho hincapié en la necesidad de una mayor divulgación de las ventajas de los eléctricos -que contribuirán a revertir la desconfianza del gran público hacia estos vehículos-; así como la necesidad de una mayor colaboración público privada para la incorporación definitiva de los vehículos eléctricos en las distintas flotas de servicio.