Muchas mujeres embarazadas tienen la necesidad de desplazarse en coche de forma independiente, lo cual crea una pregunta importante: ¿qué riesgos se corren al conducir en el período de gestación? Además, existe la duda de hasta qué punto del embarazo se puede -o debe- seguir conduciendo. Según la DGT, el riesgo es el mismo que para cualquier otro ocupante, con el añadido del feto que lleva en su interior, el cual también puede sufrirlos. Por ello, te decimos qué medidas de seguridad ayudan a prevenir lesiones de este tipo:
- Cinturón: Al contrario de lo que dice la creencia popular, el cinturón de seguridad no crea lesiones fetales en caso de accidentes. De hecho, numerosas investigaciones subrayan la importancia de su utilización en embarazadas. Lo único que hay que hacer es ponérselo de la forma correcta: la banda pélvica debería ir situada bajo el vientre -a la altura de las ingles- para evitar la presión sobre éste y la superior tendrá que colocarse entre los senos.
- Airbag: No debe desactivarse, lo único que hay que hacer es guardar una distancia de seguridad aproximada de 25 cm entre el airbag y el cuerpo. Por ello, para complementar eficientemente la labor del cinturón de seguridad será necesario regular la distancia del asiento delantero con respecto al volante o al salpicadero.
- ¿Hasta cuándo conducir?: Si un médico no recomienda lo contrario se puede conducir durante todo el embarazo, salvo si se sufren contracciones, alteraciones del embarazo o riesgo de parto prematuro. Eso sí, es recomendable no hacer viajes largos -de más de tres horas-, estirar las piernas y beber mucha agua. Además, ciertos trastornos podrían mermar la capacidad de conducción, como cambios en el nivel de azúcar en sangre o modificaciones en la presión arterial. Por último, hay que tener en cuenta que los intervalos de tiempo más arriesgados son los tres primeros meses de gestación y el período más avanzado.
- La posición correcta: Es importante realizar los ajustes necesarios en asientos y volante para hacer el habitáculo del vehículo lo más seguro posible. Se recomienda una posición del volante que apunte hacia el pecho, no hacia el abdomen o la cabeza, y el reposacabezas tendrá que situarse en una altura correcta -que proteja tanto el cuello y como la cabeza-.
