Los lectores María Ramírez y Toby Morrison lo ponen a prueba

Con el Ape Calesino de paseo por Madrid

Autofacil
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Los miembros del Equipo Luike y Autofácil se encargaron de brindar un entretenido paseo a nuestros dos lectores, María Ramírez y Toby Morrison, a bordo del simpático Ape Calesino de Piaggio.


Domingo, primera hora de la tarde y en el parking de la redacción de Autofácil nos espera un vehiculo que poco tiene que ver con los que tenemos habitualmente. Se trata de un vehiculo italiano de color rojo con posibilidad de hacerlo descapotable. Además para esta prueba no iré solo, ya que me acompañaran María Ramírez y su novio Toby Morrison –ganadores del concurso que realizamos en Autofacil.es y nuestras redes sociales-.
Y si por algún casual habías pensado que el vehiculo que vamos a probar es un Ferrari, tengo que decirte que no. Eso sí, vamos a llamar la atención más que circulando en un modelo de la firma de italiana. En lo que voy a dar un paseo con nuestro lectores es en un Piaggio Ape Calessino –un vehiculo con motor, manillar y ruedas de Vespa pero carrozado y con tres plazas-. Además ofrece la posibilidad de quitarle el techo ya que este es de tela al igual que las puertas.
Este tipo de vehículos son utilizados como taxis para turistas en países latinoamericanos o incluso en varias ciudades de Portugal. Hace años en España podíamos ver alguno en zonas rurales o incluso en grandes ciudades utilizados por Correos.
El Piaggio Ape Calessino 200 con el que vamos a dar una vuelta turística por Madrid con nuestros dos lectores equipa un motor monocilíndrico de 200 cc y cuatro tiempos de 10,33 CV. La velocidad máxima es de 60 km/h y equipa una caja de cambios de cuatro velocidades y marcha atrás.
Lo primero que llama la atención a María y a Toby es su concepto «con esto vamos a ser las miradas de medio Madrid».
Una vez colocados en su interior –después de abrir las puertas de tela y sin cerradura- y con los cinturones de dos puntos de anclaje en todas las plazas pongo en marcha el motor con una clásica llave de contacto como la de un coche o una moto. El sonido que emite su tubo de escape resulta agradable y muy suave –muy cuatro tiempos-. Para iniciar la marcha bajo una palanca que lleva debajo del manillar y que actúa como freno de aparcamiento, pulso la maneta izquierda –utiliza el mismo sistema de cambio que las Vespas antiguas- muevo el puño y lo coloco en la posición que marca 1, suelto la maneta y el Ape Calessino 200 comienza a andar. Sucesivamente y con unos desarrollos de cambio muy cortos en las primeras dos velocidades –ideales para arrancar en cuestas cuando vamos cargados-.

piaggio ape calesino por madrid 032

Iniciamos nuestra primera parte del recorrido por la Avenida de la Ilustración dirección Plaza de Castilla para realizar nuestra primera parada en las Cuatro Torres. María y Toby comentan que el Ape Calessino 200 sería ideal para primavera y verano ya que ahora, en pleno invierno, sin calefacción ni ventanillas se pasa mucho frío. Eso si, la banqueta corrida junto con el respaldo resulta muy cómodo. Iniciamos la segunda parte del paseo por el Paseo de la Castellana dirección Serrano. Es curioso como la gente desde los coches se quedan mirando y algún que otro peatón no duda en sacar su teléfono móvil y realizar alguna foto.

Circulando entre el tráfico de la ciudad resulta práctico su tamaño. Eso sí, los autobuses dan bastante miedo verlos tan de cerca –comentan nuestros lectores-. En marcha lo único que tenemos que tener en cuenta es su tacto de freno a la hora de parar -ya que no dispone de frenos de disco ni servofreno y las frenadas se alargan por lo que es conveniente preveer la frenada con antelación- y su tacto a la hora de cambiar ya resulta lento y demasiado tosco.

Continuamos el paseo turístico por la Puerta de Alcalá, Cibeles para continuar por el Paseo del Prado y subir por la calle Atocha. Finalmente probamos su maniobrabilidad por el Madrid de los Austrias no sin antes hacer una parada en el Palacio de Oriente para acabar la prueba/paseo en el conocido barrio de La Latina.

Después de casi cuatro horas de paseo, nuestros lectores han destacado la comodidad de su asiento, la sensación de libertad al no llevar ventanas e ir prácticamente al aire? y las sonrisas que despierta este curioso y divertido vehiculo.