Es fácil: Igual, pero más barato

Los españoles somos marquistas; el mundo, en general, es marquista. El ser humano gusta de distinguirse de los demás luciendo aquello que el prójimo sabe que es caro; y si es indecentemente caro, mucho mejor. Y no hablo sólo de una camisa con caballo bordado, un polo con cocodrilo o un vaquero con nombre de […]


Los españoles somos marquistas; el mundo, en general, es marquista. El ser humano gusta de distinguirse de los demás luciendo aquello que el prójimo sabe que es caro; y si es indecentemente caro, mucho mejor. Y no hablo sólo de una camisa con caballo bordado, un polo con cocodrilo o un vaquero con nombre de carburante. El fenómeno de la marca de lujo como símbolo de distinción y exclusividad afecta a cualquier ámbito de la vida al que dirijamos la mirada. Relojes, bolsos, equipos de música, zapatos, perfumes, teléfonos móviles, corbatas- Y cómo no, los automóviles. Si no fuera para dejar claro ante la humanidad que el que viaja dentro es inmensamente rico, ¿quién se compraría un Rolls-Royce? Por otra parte, quién pensaría que has triunfado en la vida si no luces un Patek Philippe en la muñeca, o no sacas la American Express Platinum de una cartera de Loewe. Con grandes, numerosas y honrosas excepciones, la sociedad nos ha hecho así y ante ello sólo nos queda la rebeldía en contra de la -apariencia-. Aunque, bien pensado, a nadie le amarga un Porsche, o mirar la hora en un Rolex. Escrita esta reflexión, Autofácil se suma este mes a la rebeldía, al antisistema y al -si es igual, no importa el nombre: me compro el más barato-. Y lo hacemos convencidos de que buscar la oferta, indagar en Internet, elegir las marcas blancas, evitar ser deslumbrados por campañas de publicidad, comparar precios y establecimientos antes de comprar, puede suponernos al año un ahorro de cientos de euros. Veamos algún ejemplo. Reparar un -chinazo- en el parabrisas cuesta en Carglass 43 euros más que si lo haces en Cristalbox; un extintor portátil de un kilo de carga de la marca Delta vale en Norauto 15,95 euros, mientras que el de la firma Anaf -con idéntico contenido- comprado en Carrefour cuesta 25 euros; si eliges un neumático deportivo Pirelli Cinturato P7 deberás pagar 196 euros por cada unidad, mientras que con prácticamente las mismas prestaciones, duración y ruido, un BF Goodrich G-Force Profiler -segunda marca de Michelin- sólo te costará 130 euros cada uno. Resumiento, nuestro súper-artículo de este mes te ayudará a buscar, a comparar- y a comprar barato. ¡Feliz ahorro!

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