-Al conducir con la ayuda de un GPS, se evita recorrer kilómetros en balde y, por ende, no se malgasta la gasolina. De esta forma, tanto el bolsillo del conductor como el medio ambiente -por la menor cantidad de CO2 emitida- se ven ampliamente beneficiados-, afirma Nuno Gomes, Director General de TomTom para España y Portugal.
Por ejemplo, quien recorra 20.000 kilómetros al año con la ayuda de un dispositivo de navegación TomTom, puede llegar a ahorrar hasta 123 kilogramos menos de CO2 emitidos a la atmósfera, y unos 54 euros en combustible. Asimismo, pasará 15 horas y 12 minutos menos en la carretera.
Por otra parte, mediante el uso de tecnologías avanzadas como IQ Routes, el ahorro puede ser aún mayor -hasta cuatro horas menos en la carretera, de acuerdo al ejemplo anterior-. Las rutas inteligentes de TomTom ayudan a escoger la mejor ruta posible, atendiendo a los tiempos medios de circulación en distintas horas del día, la seguridad, el estado de las carreteras y demás factores que afectan directamente a un desplazamiento.