Mi carta del mes pasado finalizaba con una referencia a la presentación del libro autobiográfico del Profesor Paco Costas “Una vida sobre ruedas”. Una vida dura desde la infancia, llena de difíciles experiencias y oportunas decisiones, entre ellas su excelente programa televisivo “La Segunda Oportunidad”, modelo de precaución para conductores. Recomiendo la adquisición de esta obra de Paco Costas por contacto con Ediciones Carena. Curiosamente existe otro interesante libro con el mismo título, cuyo autor es Alex Crivillé, editado por “Plataforma”.
En estos momentos el motor vive otra “segunda oportunidad” hacia su normalidad de negocio, necesariamente paralela a la recuperación económica mundial.
El optimismo crece paso a paso, el dinero empieza a fluir, y los golfos entran poco a poco en el umbral de la vergüenza después de haber contribuido en llevar a tanta gente hasta el umbral de la pobreza. Menos mal, porque reconocerles es un dato conveniente.
Como surgidas de la chistera de un prestidigitador, todavía sorprenden las noticias negativas, poniendo en entredicho a esos responsables de prebendas fraudulentas, ofertas engañosas, facturas torticeras y huidas al extranjero. Celebremos el renacimiento de la esperanza en la segunda oportunidad con nuestra máxima aportación de optimismo. La industria, el comercio y los servicios lo han demostrado con sus diversos programas en el Salón del Automóvil de Madrid. Los profesionales de la técnica, los negocios y los clubs, así como los deportistas del Motor, aportan imaginación, sacrificio, esfuerzo y valentía. Responden a los problemas con fe y confianza en el futuro, con creciente deseo de contribuir a la normalidad.
Cuando esto escribo se ve en la lontananza las próximas elecciones europeas. Mi opinión personal es participar con mi voto y propongo a todos pensar en ellas y contribuir con su opinión sincera o su silencio, para lograr el futuro más correcto en Europa y todo el mundo.
Igualmente animo a los lectores a disfrutar conscientemente de la reforma de la Ley de Tráfico, sin pasarse en las nuevas permisiones de velocidad, incrementando la atención al volante, sin distracciones y con la mejor buena voluntad de respetar todas las normas.
Al mismo tiempo, debemos pensar en desechar nuestros vehículos viejos porque, aunque se arreglen, quedarán obsoletos, sin aprovechar las sucesivas ventajas de progreso de las nuevas ofertas.
Sobre este particular se ha tratado en el reciente Foro de la Automoción, organizado por el I.E. Business Scholl. Germán López Madrid, presidente de la ANIACAM, asociación de importadores de vehículos, expuso la necesidad de ampliar el Plan PIVE durante dos o tres años, y, con su oferta de ventajas de coste, facilitar la compra de coches nuevos hasta lograr equipararnos a la media de edad de los vehículos en Europa. Nuestro promedio de vejez automovilístico alcanza los 10 años y deberíamos reducirlo a 8,2.
Según la buena voluntad detectada en estos momentos, es de esperar decisiones favorables a la normalización de todos los negocios del Motor, Sector influyente en la economía general de los países.
Vivimos otra “Segunda Oportunidad” con el Motor por bandera.
