El nuevo EV2013 puede aprovechar los espacios inútiles entre coches.
A pesar de todo, Francisco decidió fabricar el vehículo bajo una marca propia, y fundó la empresa Aníbal Paccar Corp. S.A. En 1991, y con una plantilla de 17 trabajadores, inició la producción de una unidad diaria del que se denominaría Aníbal F-100. –ver foto 1–.
Empleaba una carrocería de fibra de vidrio y Kevlar, con un frontal en el que destacaban los faros escamoteables, la toma de aire para el radiador dispuesta bajo la matrícula, el paragolpes envolvente y la ausencia de calandra. Después de fabricar y homologar alrededor de 50 unidades –bastante cotizadas en el mercado actual de segunda mano–, Francisco se dedicó a otros proyectos como el restyling de la furgoneta Nissan Trade –foto 2–, el cuadriciclo eléctrico Tron –foto 3–, un micro coche eléctrico para minusválidos denominado Buomo –foto 4– o el Pegaso Solo –foto 5–, un camión de aspecto futurista destinado al transporte de mercancías pesadas.
En la actualidad, el nuevo proyecto de su empresa Podadera Design y el Grupo Casple, especializado en la fabricación de piezas metálicas y componentes para la industria del automóvil –algunos de sus clientes son el Grupo Fiat o Volvo– aún no tiene nombre, aunque se conoce internamente como EV2013 –ver izquierda–. Se trata de un vehículo urbano biplaza de 2,30 m de largo pensado especialmente para los desplazamientos por ciudad. Hasta aquí, parece un concepto similar al de coches ya existentes como el Smart Fortwo o el Toyota iQ. Sin embargo, el ingenio de Podadera aporta una ventaja esencial para convertirlo en el arma definitiva para la ciudad –ver columna ‘La clave del EV2013–.
¿Qué características tiene?
El proyecto EV2013 cuenta con un propulsor eléctrico –que transmite su fuerza a las ruedas delanteras– capaz de alcanzar una velocidad máxima de 110 km/h y de proporcionar hasta 130 km de autonomía –las baterías se emplazan en un compartimento debajo de los asientos y, cuando el coche se pliega, queda alojadas entre los brazos de la suspensión trasera–. Cuenta con un chasis tubular de acero –de unos 100 kg–, una suspensión delantera tipo McPherson y un esquema trasero de brazos tirados –similar al que emplean las motos–.
La plataforma está diseñada para adaptar motorizaciones más convencionales en la parte delantera del vehículo, como un pequeño propulsor gasolina de unos 600 cc. Además, está previsto desarrollar versiones tanto abiertas como cerradas, estas últimas con puertas abatibles verticalmente, que permiten un cómodo acceso a su interior incluso en plazas de aparcamiento muy estrechas. En una fase más evolucionada del proyecto, el EV2013 podría contar con un chasis de aluminio y magnesio que permitiría ahorrar unos 30 kg de peso.
De momento no existe un precio oficial ni una fecha definitiva de comercialización, aunque la versión eléctrica podría rondar los 12.000 euros y, el modelo de gasolina, alrededor de 9.000 euros.
La clave del EV2013
La principal característica de este coche es que, gracias a una suspensión trasera abatible, es capaz de variar su longitud total, que oscila entre los 2,3 y 1,9 metros. Con esa solución, el EV2013 es capaz de aprovechar esos espacios entre coches en los que apenas cabe una motocicleta.
El modus operandi de funcionamiento’ sería el siguiente: el conductor estaciona de frente y en batería en el hueco dejado por dos vehículos aparcados en línea; una vez que se baja del coche, aprieta un botón en un mando y un sistema eléctrico ‘recoge’ la parte trasera. De esta forma, se consigue que no sobresalga respecto a los coches que tiene a ambos lados.–dunas, pistas rápidas y trialeras– favorecerá, según los organizadores, «la competitividad hasta el último día».