A lo largo de los meses de julio y agosto, la DGT prevé 89,3 millones de desplazamientos por carretera en toda España. El coche es el medio de transporte favorito en la mayoría de los casos y miles de familias lo utilizan para cargarlo hasta arriba y poner rumbo a su destino vacacional, ya sea la playa, su segunda residencia o la montaña. Sin duda, es la manera más cómoda de llegar a cualquier parte, pero hay que tener cuidado porque algunas prácticas pueden provocar averías y reducir sensiblemente el presupuesto destinado a las vacaciones.
Sobre todo ahora, con las altas temperaturas y el uso más intensivo del coche, es importante que no cometas ciertas prácticas. Como indica Autingo, la plataforma para calcular el precio de una reparación, «en verano son muchas las prácticas que se tienen al volante que exigen un mayor esfuerzo y rendimiento de los coches y terminan estropeándolo, pudiendo dejar a más de uno tirado en la carretera y teniendo que asumir el coste de averías inesperadas«.
No sobrecargues el coche
Si quieres evitar averías, lo primero que tienes que tener en cuenta es que no se debe viajar con más peso del debido. Sobrecargar el coche pone en riesgo su estabilidad y se traduce en una mayor distancia de frenado, pero también compromete el funcionamiento de la suspensión y puede dañar los amortiguadores, los cuales no son precisamente baratos de cambiar, como te contamos hace unos días. Esta práctica, por lo tanto, afecta a la seguridad de los pasajeros y es sinónimo de un mayor desgaste para el vehículo, además de incrementar el consumo de combustible y suponer multas administrativas. «Para evitar problemas de este tipo lo mejor es siempre viajar con lo imprescindible y tratar de repartir equitativamente el peso dentro del vehículo para que unas partes no soporten más carga que otras y viajar más seguros«, explican desde Autingo.
Cuidado con el remolque
En verano también es común ver coches remolcando la caravana o carros cargados con otros vehículos, como motocicletas o barcas. «Antes de añadir un remolque hay que asegurarse de que el coche está homologado para ello y que no se supera el peso límite de arrastre«, comentan desde el comparador de talleres online. En caso de cumplir las condiciones del fabricante para remolcar, también hay que tener en cuenta que esta práctica supone un mayor esfuerzo para el motor y otras piezas, como el embrague y los frenos.
Haz pausas para descansar
Uno de los peores hábitos a la hora de viajar es no hacer paradas para llegar lo antes posible al destino. Lo ideal es realizar un descanso para dos horas y aprovechar para estirar las piernas e hidratarse mientras damos un respiro al motor, especialmente en las horas más calurosas del día. Aunque no debería pasar nada si el estado de la mecánica es perfecto, hacer viajes del tirón puede suponer averías en caso de que algunos elementos no pasen por su mejor momento, como la bomba de agua, el termostato o el electroventilador. Estas averías suponen un coste de reparación medio de 122, 120 y 330 euros respectivamente para cada intervención.
Utiliza bien el aire acondicionado
Hace unas décadas el único remedio contra el calor era bajar las ventanillas o salir de viaje por la noche, pero, gracias al aire acondicionado, todo ha cambiado. Con todo, abusar de este elemento de confort después de una temporada sin ponerlo en marcha, sobre todo si lo ponemos a su máxima potencia, puede ser un error. En caso de no haber realizado un correcto mantenimiento del aire acondicionado, pueden surgir pérdidas de gas o problemas con el compresor, cuya reparación oscila entre los 350 y 800 euros, en función del coche. Para evitar esta avería, sigue nuestros consejos sobre cómo utilizar el aire acondicionado y, recuerda, «lo mejor es siempre airear el coche antes de encender el climatizador y después programarlo a una temperatura adecuada de entre 22 y 24 grados.».
Presta atención a la limpieza
Por último, debes saber que no lavar el coche con frecuencia durante las vacaciones en la playa puede ocasionar serios daños en la carrocería. Las zonas de costa son especialmente duras para el exterior de un vehículo debido a la salitre del mar y el sol intenso, que aumentan los riesgos de sufrir corrosión en su estructura, dando lugar a óxidos y erosiones en la pintura. El coste de reparar estos daños variará en función del modelo y el estado de corrosión en el que se encuentre el coche. «Para evitarlo basta con hacer un lavado superficial con frecuencia para retirar los restos del salitre y una vez que terminen las vacaciones hacer una limpieza a fondo y a mano con productos específicos para el cuidado de la pintura«, concluyen desde Autingo.
