Así se fabrica el asiento de un coche

Crear un buen asiento requiere de infinidad de pruebas de espumas, tejidos, estructuras, resistencia... Los expertos del Centro Técnico de Seat nos enseñan cómo hacen para garantizar el confort de todo tipo de personas.


Javier García es uno de los muchos ingenieros que trabajan en el Centro Técnico de Seat de Martorell, en Barcelona. Su profesión se suele asociar a motores, cajas de cambio, sistemas multimedia u otros componentes mecánicos o electrónicos. Pero su función es incluso más importante: es el responsable de pruebas de asientos, el encargado de que nos sintamos a gusto en el coche, de que los kilómetros no hagan mella en nuestras espaldas. Y detrás de su trabajo hay muchas horas de pruebas de rellenos, estructuras y funcionalidad, así como de tejidos y acabados que garanticen no solo que el asiento se adapte a nosotros, sino también de que resistan el trato duro que le solemos dar a este elemento del coche.

«Nosotros lo que buscamos es que la mayor parte de las personas con diferente morfología, diferentes alturas y pesos tengan una buena sensación de confort», explica Javier. «y también tenemos que garantizar que los asientos puedan aguantar condiciones extremas», añade. Para ello, antes de salir al mercado, el asiento es comprobado y experimentado al máximo en los diferentes ensayos. Por ejemplo, existe una sala específica en la que se desarrolla la prueba climática, donde se puede llegar a temperaturas desde menos -30 a 80 grados centígrados. También hay una máquina que reproduce la entrada y salida de una persona sin cesar y el abatimiento de un asiento hasta 10.000 veces, para garantizar la resistencia de la estructura a largo plazo.

Fuera del laboratorio, otra parte muy importante del trabajo de Javier y su equipo del Centro Técnico de Seat se centra en los pruebas para comprobar de primera mano el confort y la funcionalidad del asiento. En carretera o circuito, y en diferentes tipos de pavimentos, ensayan de primera mano cómo se comporta en un uso real. Esta experiencia les sirve para garantizar una correcta posición de conducción… algo para lo que es imprescindible que el conductor lo regule correctamente, porque, según Javier, muy poca gente se coloca bien el apoyacabezas, una pieza fundamental no solo de cara al confort, sino también para la seguridad, ya que es vital para evitar que tengamos lesiones cervicales en caso de accidente.

Y aunque ya hemos llegado a un punto en el que los asientos son cada vez más cómodos y ergonómicos, incluso en los modelos más pequeños, nos preguntamos cómo será el asiento del mañana. El ingeniero de Seat cree que en un futuro los conductores y pasajeros no tendrán que regularlo de forma manual, ni siquiera apretar ningún botón, sino que el propio asiento detectará de forma automática la correcta posición que ha de adoptar en función de la morfología del usuario.

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