La leyenda del automovilismo australiano Jack Brabham, tres veces campeón mundial de Fórmula 1, falleció ayer domingo 18 de mayo a los 88 años. El Presidente y el Director Ejecutivo de la Corporación Australiana Grand Prix, Ronald J. Walker y Andrew Westacott, emitieron un comunicado conjunto en el que señalaban que «El aporte de Sir Jack al deporte y al Grand Prix Australiano jamás será olvidado y su legado seguirá resonando entre los pilotos y sus simpatizantes».
Brabham logró hacerse con el título de pilotos en el Mundial de Fórmula 1 en 1959, 1960 y 1966, año en que se convirtió, además, en el primer hombre en ganar el título mundial con un coche fabricado por él.
Jack Brabham nació en un suburbio del sur de Sidney en 1926 y formó parte de la Fuerza Aérea Australiana como piloto y mecánico, mientras comenzaba a hacer sus pinitos en carreras off road a finales de la década de 1940, antes de trasladarse al Reino Unido, donde se unió al equipo Cooper.
Su primer triunfo en el «Gran Circo» llegó en el GP de Mónaco en 1959, año en que además logró su primer título mundial y que será recordado por entrar cuarto en la meta del GP de Florida, en Riverside, empujando su coche que se había quedado sin combustible a 500 de la línea final. Su última victoria se produjo en Sudáfrica en 1970, año que supuso su retirada definitiva dela Fórmula 1.
En 1960 repitió título mundial, pero fue en 1966 cuando se convirtió en la única persona en proclamarse campeón como piloto y constructor, al conseguir imponerse en el campeonato con un coche diseñado y construido por él mismo. En su faceta de ingeniero y constructor se asoció con Ron Tauranac para construir más de 500 coches Brabham de carreras para el equipo British Surrey en la década de 1960, una marca que se mantuvo en las competiciones durante tres décadas y que consiguió otros títulos mundiales de F-1 de la mano del australiano Denny Hulme en 1967 y del brasileño Nelson Piquet, que logró los títulos en 1981 y 1983.
Tras su retirada, Brabham se convirtió en el primer piloto en ser nombrado en 1978 caballero por la reina Isabel II de Inglaterra y años más tarde, en 2012, fue designado en Australia como Tesoro Nacional.
La última aparición pública de Brabham fue este mismo fin de semana, cuando asisitió a un acto público en el aeropuerto de Sunshine Coast, en el nordeste de Australia, para ver el coche de carreras BT23 que diseñó y construyó en 1967, según la prensa australiana. Durante sus últimos años de vida, Brabham sufrió diversos problemas de salud –oftalmológicos, nefrológicos y hepáticos, principalmente–.
A esta leyenda del deporte australiano le sobreviven su segunda esposa, Margaret, y sus hijos Geoff, Gary y David, que también han sido pilotos de carreras.
Jack Brabham en el Gran Premio de Inglaterra en Silverstone en 1960, a los mandos de un Cooper T53.
