En total supone, entre papel y on-line, 2.600.000 contactos directos al año de clientes personalmente interesados y confiados en nuestro estilo informativo, claridad, crítica constructiva, anticipaciones, consejos para ayudar a acertar y gestiones para solucionar problemas privados con vuestras marcas y proveedores.
Más de medio siglo de atención al Motor enlaza a nuestros equipos veteranos y jóvenes en posición de máxima experiencia en esta especialidad editorial para afrontar la nueva etapa del Sector a estrenar con el comienzo del 2010. Según los vientos llegados desde el exterior, y algunos tifones internos, el 1 de enero empezará a levantarse el telón de otro escenario vital de la Humanidad y la Economía, con normas de estreno en España, algunas imprevistas y otras, acaso esperadas pero temidas en relación al encarecimiento del dinero, mayor dureza en la vigilancia del Tráfico, en pretender menos emisiones de CO2 y descubrir nuevas vías recaudatorias, con sorpresas de embargos si no se paga.
Las anticipaciones auguradas a lo largo de 2009 han obligado a la sociedad en general a prever con precaución sus problemas y soluciones. Ahora bien, el inmediato nuevo orden, presto a iniciarse, nos debe mantener alertas, pero no asustados. Desde luego será imprescindible para el comprador disponer de la mejor información -y esto nos favorecerá a los editores especializados- para acertar en cualquier gasto.
Nuestras redacciones practican una incansable atención a losusuarios y, simultáneamente en pro de todos los sectores del Motor, cuyo buen funcionamiento es imprescindible en la sociedad actual y futura.Voluntad similar de información y defensa es habitual por parte de todos los colegas periodistas del Motor y sus medios.
Con el deseo de fomentar la máxima coordinación gremial, deseo a todos una buena singladura por 2010, les ofrezco cuanta colaboración precisen y, al mismo tiempo, espero su ayuda y confianza. Es momento de unión leal y mutua buena voluntad. La paz sea con vosotros.
Recomendación final: Aunque se pronostiquen malos momentos en general, nadie pierda el optimismo, porque las dificultades siempre acaban en brillantes nuevos amaneceres cuando menos se piensa. En este Diluvio Universal, pocos tienen arcas salvadoras. Ni los bancos. Sin embargo, la experiencia me da esperanza en un pronto descenso de las aguas, y un revuelo de palomas con un ramo de oliva en el pico.
Con esta idea, repito para todos el titular de esta carta: FELIZ 2010
