Ferrari boicotea la producción del nuevo Stratos

El propio Luca Cordero di Montezemolo, máximo dirigente de la casa de Maranello, fue uno de los primeros en ponerse a los mandos del nuevo Stratos, y sus palabras fueron más que positivas tras esa primera toma de contacto. Después de aquel gesto, el terreno parecía abonado para sacar a la calle las 40 unidades […]


El propio Luca Cordero di Montezemolo, máximo dirigente de la casa de Maranello, fue uno de los primeros en ponerse a los mandos del nuevo Stratos, y sus palabras fueron más que positivas tras esa primera toma de contacto. Después de aquel gesto, el terreno parecía abonado para sacar a la calle las 40 unidades ya apalabradas, pero parece que ahora Montezemolo ha cambiado de opinión. Por algún motivo que se nos escapa -el Stratos no sería rival de ningún modelo del Cavallino-, Ferrari ha decidido boicotear la producción del biplaza italiano, no sólo apartándose del proyecto, sino también impidiendo que ninguna compañía que trabaje directamente con ellos se implique en su fabricación. Esto afecta claramente a Pininfarina, encargada de su desarrollo, y al resto de proveedores, ya que la base utilizada es de origen Ferrari.

El Stratos, tanto por precio como por prestaciones, se situaría lejos de rivalizar con los modelos de la casa de Maranello, ¿dónde radica el problema entonces? Según los rumores, parece que Ferrari no ve con buenos ojos el hecho de colaborar en proyectos privados, sin tener la sartén por el mango. Y es que el nuevo Stratos es una iniciativa personal de Michael Stoschek, en la que la firma italiana sólo figuraría como suministradora de componentes y tecnología.

Dando por hecho que Pininfarina acatará las órdenes de Montezemolo, Stoschek ya trabaja para buscar a un nuevo carrocero que se encargue del desarrollo y producción de las 40 unidades que  ya estaban apalabradas. Pero la tarea no será tan sencilla, ya que no tiene que buscar una compañía que se encargue de una parcela en concreto, sino a una capaz de liderar todo el proceso, desde el diseño, hasta la producción y la puesta a punto. Salvo sorpresa, la base continuará siendo Ferrari: un 430 o un 360.

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