
Uno de ellos, el Bravo, es un recién llegado que nace con un potente propulsor diesel 1.9 JTD de 150 CV -el mismo que incorporaba su antecesor, el Stilo, y que dispone de turbo de geometría variable, common rail…-; frente a él, todo un veterano, el Mazda 3 que, tras cuatro años en el mercado, por fin estrena una potente mecánica de gasoil con 143 CV -técnicamente muy similar a la que ofrece su rival italiano-. También hablamos de dos coches de diseño llamativo -por moderno el compacto italiano y por cierto toque deportivo el japonés- y porque ambos son más exclusivos que la media -debido a su reducido nivel de ventas frente a los Mégane, Focus, Golf, 307…- es por lo que hemos decidido enfrentarlos… con la ayuda de dos de nuestros lectores.
Otra de las características que une a nuestros dos modelos es su gran tamaño exterior: los dos superan claramente los 4,3 m de largo, es decir, el tamaño que tenía una berlina media de hace algo más de una década. A pesar de ello, ninguno es la referencia en su segmento por amplitud, si bien es cierto que cumplen… sobre todo, en el caso del modelo italiano, algo más generoso en espacio para los pasajeros y su respectivo equipaje. En carretera, los dos sorprenden por su buena relación prestaciones/consumo, con ligera ventaja para el Fiat. Sin embargo, por placer de conducción, es mejor el Mazda.
En cuanto al precio, y en las versiones ‘tope’ que hemos probado, lo justo sería el empate, pero es que el Bravo ofrece como promoción 1.500- de rebaja y cinco años de garantía -tres su rival-. Eso sí, el compacto nipón es algo más detallista en su equipamiento de serie, mientras que el Fiat tiene más opciones.
Fiat Bravo 1.9 JTD 16v Sport
En apenas dos meses, del Fiat ya se han vendido 1.655 unidades: todo un éxito; el Mazda ha comercializado 3.507 unidades. En ambos casos, están lejos de las más de 30.000 unidades del Ford Focus. Actualmente, el Fiat ofrece una garantía de cinco años sin límite de kilómetros -tres en caso del Mazda-, siempre y cuando se financie el coche a través de la marca -Tarcredit-.
Mazda 3 2.0 CRDT Sportive
Si quieres ahorrar con el Mazda, elige la versión 2.0 diesel con acabado Active +: no sólo es 975- más barato que el Sportive, sino que disfruta de un descuento oficial de 1.200 euros, con lo que se queda en 20.660 -. El Mazda 3 obtiene cuatro estrellas en las pruebas de choque de EuroNcap; el Fiat Bravo, en cambio, obtiene la máxima puntuación -cinco estrellas-.
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¿Qué llevan de serie?
airbags frontales, airbags laterales, airbags de cortina, airbag de rodilla, alarma, antibloqueo de frenos, asiento regulable altura, asiento trasero abatible, cierre centralizado, llantas de aleación, aire acond./ climatizador, control de tracción, control de estabilidad, dirección asistida, elevalunas, equipo de audio, espejos eléctricos, ordenador de a bordo, pintura metalizada, volante regulable
Opciones Fiat
Asientos calefactables (150-), techo practicable (1.200-), reposacabezas del. activos (100-), llantas de 18″ (75-), control de presión de neumáticos (244-), tapicería de piel (1.057-), faros bixenón (537-).
Opciones Mazda
Faros xenón + Audio Bosé (1.295-).
Por dentro
Fiat

Ambos lectores coincidían en que el diseño interior del Bravo era más actual; «el salpicadero es muy llamativo, los materiales incluso parecen mejores que los del Mazda» puntualizó Ricardo. Y es que, en calidad aparente, el Fiat gana a su rival, pero es peor al examinar los ajustes.
El equipamiento de serie del Fiat es un poquito inferior: le faltan los elevalunas eléctricos traseros -195– o el volante multifunción -200– que sí equipa de serie el ‘3’. Sin embargo, el Bravo puede llevar otras cosas que no existen en el Mazda, como un navegador integrado con pantalla a color -1.990–, el techo practicable -1.200–…
La toma USB -como la de un ordenador- que hay en la parte inferior de la consola cuesta 200-: puedes conectar un MP3 y escuchar tu música.
Mazda

El salpicadero del Mazda destaca por su aire ‘deportivo’, sobre todo gracias a la atractiva instrumentación. Según Ricardo, «el diseño es moderno… salvo por algunos detalles, como el display situado bajo los aireadores que se emplea para la radio, el climatizador y el ordenador».
Todos los mandos y botones están ubicados allí donde esperas; se manejan de forma intuitiva, no son muy numerosos -en este aspecto aventaja al Fiat– y tienen muy buen tacto.
Según Jose Miguel, «la consola central es tan ancha que puede llegar a ser molesta a la pierna derecha del conductor». En los dos coches hay bastantes huecos para dejar objetos. Eso sí, los del Fiat son más espaciosos, sobre todo la guantera principal y los de las puertas.
Por fuera
Fiat

El acabado Sport del Bravo incluye una doble salida de escape cromada; la de su rival es única y más discreta a la vista.
Sólo el italiano puede equipar -por 122– unos espejos abatibles. En su oponente, esa operación habrá que hacerla a mano.
Un antiniebla trasero es más eficaz cuando más bajo va… pero la luz de marcha atrás es menos visibile y queda expuesta.
Los neumáticos del Fiat miden 225 mm de ancho, por 205 de su rival. En ambos casos, las llantas de serie son de 17″.
Mazda

El ‘3’ se puede elegir en 12 colores distintos -diez metalizados, por 320–; en su rival, tan sólo la mitad: seis.
Tanto el mayor tamaño de la luna posterior como el de la escobilla del ‘limpia’ favorecen la visibilidad trasera frente a su rival italiano.
Los voluminosos paragolpes del Mazda le hacen ser tan atractivo… como ‘alargado’. No llevan ninguna protección.
En los dos coches se puede incluir sensores de aparcamiento delante y detrás; en el Mazda cuestan 240- y 317- en el Fiat.
Bolsillo
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Equipamento
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En marcha
Motor

En este apartado, los lectores no se ponían de acuerdo. Para José Miguel, el motor 2.0 CRTD del Mazda «me parece más agradable por su mejor respuesta desde bajas revoluciones; en el Fiat hay que esperar hasta llegar a las 2.000 rpm«. Ricardo, por su parte, aseguraba que «el motor 1.9 JTD del Bravo es más silencioso, consume casi medio litro menos de media y tiene más empuje». Al final, la ventaja es para el Fiat, que ofrece mejores aceleraciones.
Comportamiento
Ambos son coches, estables, sencillos de conducir… pero con matices. A Ricardo le llamó la atención lo bien que iba el Mazda: «no balancea nada, transmite mucha confianza, es realmente ágil… Frente a su rival, creo que le beneficia tanto su suspensión trasera más moderna -de tipo multibrazo- como el ser más bajito -mide 1,46 frente a 1,53 m del Fiat-«. Por su parte, José Miguel sentenciaba que el Bravo le parecía algo más blando de suspensión: «es muy cómodo, filtra bien los baches, pero se ‘mueve’ algo más que su rival». Los dos llevan ESP-de serie.
Dirección

Ambos son coches, estables, sencillos de conducir… pero con matices. A Ricardo le llamó la atención lo bien que iba el Mazda: «no balancea nada, transmite mucha confianza, es realmente ágil… Frente a su rival, creo que le beneficia tanto su suspensión trasera más moderna -de tipo multibrazo- como el ser más bajito -mide 1,46 frente a 1,53 m del Fiat-«.
Por su parte, José Miguel sentenciaba que el Bravo le parecía algo más blando de suspensión: «es muy cómodo, filtra bien los baches, pero se ‘mueve’ algo más que su rival». Los dos llevan ESP-de serie.
Frenos
Gana el Mazda, que tiene discos más grandes, un tacto magnífico del pedal, frena en menos espacio y resiste más.
Ficha técnica
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El veredicto de los lectores
José Miguel Serrano
Ricardo Ramírez
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El veredicto de Autofácil
Conclusión
Cada uno de ellos tiene su propia personalidad; puestos a elegir uno, nos decantaríamos por la juventud del Fiat -es decir, le queda más ‘vida comercial’ que a su rival-, sus cinco estrellas EuroNCAP, su menor consumo.
Fiat 8 |
Mazda 7,5 |
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