Durante los primeros días
de rodaje también detecté pérdidas de líquido
refrigerante por una junta del motor, un consumo de carburante excesivo en ciudad -diez litros de
media- e, incluso, un cierto desgaste de los neumáticos delanteros. El 25 de enero acudí al taller, pero
sólo me arreglaron -artesanalmente- los defectos de pintura -un operario con un pincel- y, para los problemas
mecánicos, me citaron para el 1 de febrero. Mientras, el 31 de enero sufrí un accidente en el que
me golpearon por detrás, y en el taller que comentaron que fuera el 12 de febrero para solucionar a la
vez los problemas de chapa y mecánicos. En esa fecha, solucionaron el incidente del líquido refrigerante
y realizaron un paralelo, pero la reparación de la pintura tras el golpe quedó mal -como si tuviera dos
tonos-. Volví al taller y cuando me lo devolvieron empecé a notar más cosas: ruidos en frenos y suspensión,
pérdidas de potencia, problemas para arrancar y, sobre todo, molestas vibraciones. Como
había perdido la confianza en Ramargo fui a otros servicios oficiales de Fiat, aunque sin buenos resultados.
Mi Grande Punto sigue igual e, incluso, se me ha llegado a parar -me han comentado que podría
ser un problema de la centralita-, y creo que deberían cambiármelo. ¿Podéis ayudarme?
marcaEl departamento de comunicación de Fiat nos ha comentado que todas las incidencias
mecánicas, de chapa y pintura de este Grande Punto se han solucionado en Ramargo. Respecto al consumo
de combustible, es normal que en los primeros kilómetros y, sobre todo en ciudad, sea algo más elevado; no obstante, Fernando puede solicitar -cuesta desde 100 euros- una prueba de consumo normalizada en cualquier servicio oficial.
