Desde el momento en que lo estrené, el coche ha sufrido ocho veces el mismo problema: el motor empieza a dar tirones, como si se ahogara, y a continuación se para. Siempre lo he llevado al servicio oficial de la concesión donde lo adquirí y le han cambiado el cuadro de mandos, la centralita electrónica, el tensor del cigüeñal, los inyectores, la bomba del gasóil… pero todo sigue igual. La última vez me acusaron en dicho taller de haber repostado gasóil -rojo- -el que emplean los tractores-, algo que es totalmente falso. De hecho, sospecho que han sido ellos quienes han echado este carburante. ¿Qué puedo hacer? Al final tendré que ir a juicio; ¿me podéis ayudar?
El departamento de Prensa de Fiat nos ha comentado que, según ha dictaminado un perito, el vehículo presenta un fallo continuo de motor con inestabilidad de ralentí, llegando incluso a pararse; en presencia de dicho profesional se desmontó el conducto de alimentación y se procedió a la puesta en marcha del automóvil con el objeto de que la bomba actuara y saliese el combustible. El perito certificó que expulsaba gasóil rojo, empleado habitualmente para las calefacciones, vehículos agrícolas, barcos pesados…. La utilización de este carburante en vehículos de calle está totalmente prohibida por ley y su uso puede resultar muy perjudicial para cualquier motor diesel moderno de inyección directa por common-rail; en consecuencia, los fallos detectados en el Fiat Stilo de este cliente se han debido al empleo de un carburante incorrecto.