Anteriormente, ya había utilizado fibra de carbono para hacer los del equipo Suzuki Herron G.B (RG500 patrocinada por Skoal Bandit), del Armstrong (Rotax 250 en los -80) la Cagiva 500 de Juan Garriga y también de la Derbi 80 cuando Champi Herreros ganó el título mundial 80 cc en 1989, todos en formato monocasco integral. En la actualidad, es un componente estándar para los basculantes de las Aprilia de GP y, por supuesto, un material común para los bastidores monocasco de la F1 (además de los brazos de suspensión, carrocería, alerones, etc.), desde que John Bernard construyó el primer ejemplar para McLaren en 1981.
El chasis de una moto de competición exige requisitos que pocos materiales pueden ofrecerle: Ligereza, resistencia y rigidez (módulo de elasticidad o módulo de Young). También influye la facilidad de manipulación para su construcción, además del coste. Evaluados esos parámetros, resulta que la fibra de carbono tiene múltiples ventajas respecto a los metales habitualmente empleados para la construcción de chasis entre los que destaca el aluminio. En los últimos tiempos, únicamente Ducati seguía utilizando acero en su multitubular. Los demás, hace años que son doble viga, tipo Kobas, de aluminio. De forma esquemática y a grandes trazos, hacemos un relato de sus propiedades para entender de forma sencilla las ventajas e inconvenientes respectivos de cada uno.
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