Probablemente este vehículo sea lo más ´bestia´ que hemos visto últimamente y que saldrá a subasta en los próximos días: un Ford del año 1932 reconvertido en un híbrido entre un avión de combate y un coche de carreras de Bonneville con un motor V8 de 9.4 litros que desarrolla€ ¡900 CV! Las piezas de este bólido proceden todas del mundo de la competición o han sido fabricadas por encargo, y ha sido construido por la empresa Jet-Hot.
Estéticamente, este Ford no cuenta ni con parabrisas, ni con techo. Además, el aspecto de sus neumáticos Goodyear Eagle le dan una imagen que intimida. La encargada de controlar el vehículo y su torrente de potencia es una caja de cambios manual G-Force de 5 relaciones conjuntamente con una tracción a las 4 ruedas. La subasta correrá a cargo de la casa norteamericana Barrett-Jackson, quien asegura que sus prestaciones son espectaculares. Eso sí, ni siquiera ellos lo han comprobado.