Todos los coches son absolutamente de serie, y los diez tramos de competición que se realizan durante sus dos etapas no se cierran al tráfico- porque es un rallye de consumo y de regularidad. Gana, por un lado, el que menos consume; por otro, el que consigue aproximarse más a una media de velocidad -normalmente, 49,9 km/h, si bien también era de entre 30 y 40 km/h al cruzar algún pueblo o de 75 km/h en el circuito de Los Arcos- fijada por el organizador. Ya os adelanto que, ni en broma, es tan aburrido ni se va tan despacio como parece, sobre todo cuando los tramos son tan técnicos y revirados que son dignos del mismísimo Mundial de Rallyes.
En esta cuarta edición, Autofácil ha tenido la oportunidad de participar con el equipo Ford España, que inscribía cinco Ford Focus 1.0 EcoBoost Sport para otros tantos equipos formados por periodistas del motor. Los otros dos modelos inscritos en esta categoría, denominada -Energías Fósiles-, eran un Seat Mii 1.0 y un Hyundai i30 1.6 CRDI.
Pero, ¿quién consumió menos en nuestra categoría? Pues la respuesta es- curiosamente, el que menos -papeletas- tenía a priori: el Ford Focus 1.0 EcoBoost. Probablemente te estarás frotando los ojos antes de releer la respuesta. Sin embargo, para poder comparar los consumos de carburante, la FIA sigue una fórmula que mide el Índice de Consumo de Energía. Es decir, no se tienen en cuenta simplemente los litros empleados, sino que ese dato se entremezcla con el peso del vehículo o el kilometraje de la ruta para saber cuántos kilowatios por hora necesita ese vehículo por cada tonelada de peso y para recorrer una distancia de 100 kilómetros (puedes encontrarla en la página 17 del documento de Reglamento de este enlace).
La cuestión es que, tras los 542 kilómetros de rallyes, uno de los Focus del equipo Ford, el pilotado por Javier Moltó y Antonio Roncero, ha conseguido un Índice de Consumo de 273,7, por debajo de los 279,4 del Hyundai i30 1.6 CRDI de Juan Carlos Grande y Santiago de la Rocha y de los 307,4 del Seat Mii de Pedro García y José Armando Gómez, dos modelos estos últimos que, eso sí, habían empleado menos litros de carburante para realizar el rallye. Un servidor y Luis Martínez terminamos sextos de la general y cuartos entre los Focus, si bien la diferencia entre nuestro consumo y el del segundo Focus de Juan Pablo Esteban y Carlos García Alcañiz fue de apenas 0,2 litros -es decir, poco más de medio vaso de agua- después de esos 542 kilómetros.
Por otro lado, en la categoría de regularidad, que es la que realmente define la clasificación final, Antonio Zanini y Eduardo Ansotegui han sido los ganadores absolutos del rallye con un Mitsubishi I-MIEV de la categoría eléctrica. En la categoría de híbridos, los ganadores han sido Maikel del Cid y Carlos García con un Toyota Prius, mientras que en la de Energías Fósiles se han impuesto nuestros colegas Francisco José Fernández y Emilio Salmoral.
Nuestro equipo terminó quinto después de cometer un error de copilotaje –ayudado- por un confuso cruce en el roadbook que provocó que otros 15 participantes también se perdieran– en la primera etapa que nos hizo penalizar mucho en los dos primeros tramos. Al menos, en la segunda etapa nos pudimos quitar ese mal sabor de boca y, además de ganar dos tramos, fuimos el segundo mejor equipo de esa segunda etapa. Aquí tienes todas las clasificaciones por tramos y por etapas.
