La primera gran avería sucedió
cuando, circulando a una velocidad constante
por la autopista, se encendió en la instrumentación
el testigo que indicaba -fallo en motor-, el Focus comenzó a dar tirones y al
rato se paró. Lo llevé al servicio oficial y cambiaron la válvula EGR pero, dos meses después,
volvió a ocurrir algo parecido -esta vez no superaba los 50 km/h- y en el taller, de nuevo,
sustituyeron la válvula EGR. La segunda incidencia de importancia se produjo en el mes de
abril: fui a recoger a un compañero de trabajo, paré el coche unos minutos porque tardaba en
bajar de casa y, cuando fui a arrancarlo, el motor no funcionaba. Al final lo conseguí arrancar
con la ayuda de unas pinzas y de otro vehículo y, por supuesto, volví al taller. Allí le cambiaron
el motor de arranque pero, unos días más tarde, sucedió lo mismo y, en esta ocasión, decidieron
sustituir la batería -ya no ha vuelto a pasar-. Sin embargo, el incidente más grave me ocurrió
cuando, en una curva, se me bloqueó la rueda delantera derecha. Pensé que había pinchado,
pero en la siguiente rotonda sucedió lo mismo y, además, se encendió el indicador de fallo
en el ESP -control de estabilidad-. En el taller no saben qué le pasa a mi Focus y han pedido un
informe técnico a Ford porque dudan si es un captador o la centralita. ¿Podéis ayudarme?
El departamento de comunicación de Ford nos ha informado que, después de las comprobaciones oportunas en el taller, se ha determinado que el fallo estaba
en el captador del ABS, por lo que se ha procedido a su sustitución sin ningún coste para Carlos ya que el Focus
aún disfrutaba de garantía. Actualmente, el coche se encuentra en perfecto estado de funcionamiento.