Cuando el vehículo sólo había recorrido 2.200 kilómetros empecé a notar como, de repente, el motor perdía potencia y en la instrumentación se encendía un testigo que indicaba -fallo en el motor-. Lo llevé al taller oficial y me lo entregaron reparado siete días después. Sin embargo, con 4.800 kilómetros la avería se repitió de nuevo y esta vez casi me provoca un accidente, ya que el coche se quedó prácticamente parado y los demás vehículos tuvieron que -sortearlo- para no chocar con él. Volví al servicio oficial donde lo volvieron a solucionar, pero aún noto que el motor no va bien del todo, por lo que no conduzco con tranquilidad. En el taller me aseguran que todo está correcto, pero a mí no me lo parece.
El departamento de Comunicación de Ford nos ha informado de que, después de las oportunas comprobaciones, se ha reparado el vehículo sin coste alguno para el cliente, a quien además, durante los días que estuvo inmovilizado en el taller, se le prestó un coche de cortesía.