
Ford Kuga 2.0 TDCi Titanium (Publicado en Autofácil Nº 92)
31.215- | 136 CV | 180 km/h | 6,4 l/100 km |
En línea con sus rivales… pero sin olvidar que es una cifra considerable. |
Más que por su potencia, el motor destaca por su contundente empuje. |
Idéntica a la de otros modelos parecidos; fácil de conseguir en llano. |
Oficialmente, el que menos gasta entre sus rivales. Buen valor. |
La prueba de un coche como el Kuga se puede afrontar de dos maneras. La primera, consistiría en analizarlo como un modelo más de un segmento que está de moda: el de los todo camino compactos -y al que, en los últimos meses, se han incorporado vehículos como el VW Tiguan, el Opel Antara, el Renault Koleos… -ver rivales-. Si así lo hiciéramos, obtendríamos las mismas conclusiones que en cualquiera de sus competidores: que si es un modelo más pensado para circular sobre asfalto que fuera de él, que si puede incluir el mismo equipamiento y tecnología que un turismo ‘convencional’… Conclusiones poco prácticas para quien busque un 4×4 de verdad.
La segunda, seguramente más útil, sería examinar al Kuga como lo que es: un -derivado-del Focus -ambos comparten plataforma- pero casi 11.000 euros más caro a igualdad de motor y equipamiento -Con las tarifas oficiales en la mano, el Kuga ya sale 9.245 euros más caro que el Focus; si a este último, además, le aplicamos la actual promoción con la que lo ofrece la marca -1.500 euros-, la diferencia alcanza los 10.745 euros-. Por lo tanto, la pregunta es obvia: ¿a un conductor -normal-, que va a usar el coche el 95% del tiempo sobre asfalto, le merece pagar un 50% más por un modelo así?
Si analizamos el exterior de este Ford, probablemente es ahí donde muchos compradores encontrarán una justificación de ese mayor precio; el diseño del Kuga es muy atractivo, moderno, -poderoso-… y tiene mucha presencia; cualidades que no son tan habituales en el mencionado Focus: modelo al que este todo camino le saca 11 cm de largo y casi 18 cm de alto -curiosamente, la anchura es idéntica en ambos: 1,84 m-. Ese incremento de dimensiones está claro que -se queda- en la chapa… porque, de puertas adentro, no encontraremos más espacio ni mucha más practicidad que en un Focus convencional.
Es más, incluso la capacidad de maletero mengua notablemente, pues pasa de 396 litros a 360 -410 litros con un kit reparapinchazos-. Tampoco hay diferencias apreciables en tecnología y posibilidades de equipamiento -en ambos apartados, el Kuga está bien servido- ni en calidad… y este aspecto sí puede resultar criticable, porque la calidad de este Ford sería muy buena… si fuera un compacto, pero teniendo en cuenta su mayor precio o el hecho de que tiene que vérselas con modelos
como el Land Rover Freelander -apenas 1.000 euros más caro-, sus acabados sólo pueden calificarse de -normales-.
Una vez en carretera, encontramos la principal diferencia que justifica el mayor precio del Kuga sobre el Focus: su tracción total. Su funcionamiento es muy sencillo porque, normalmente, el coche trabaja sólo con tracción delantera. Sin embargo, cuando este eje pierde tracción, el dispositivo comienza a transmitirla al eje trasero. Esto significa que el Kuga reduce sus pérdidas de tracción al mínimo, que su nivel de adherencia es muy bueno y que, en circunstancias adversas -como con suelo mojado, gravilla o nieve-, este Ford dispone de un plus de agarre que no tiene el Focus. Por lo demás, el comportamiento y las prestaciones de este 4×4 -con un motor con mucha fuerza desde 1.800 rpm y que estira hasta las 5.000 con brío- son de notable… pero no de sobresaliente, como en el modelo compacto.
¿La razón? El Kuga pesa 222 kg más y tiene una aerodinámica peor. Por eso, en aspectos como la estabilidad, la capacidad de acelerar o frenar… es muy correcto,
está entre los mejores de su segmento -tal vez sólo superado en conjunto por el VW Tiguan-, pero en todos los apartados le gana un Focus; donde sí empatan es en tacto de la dirección y funcionamiento del cambio, este último manual de seis velocidades, de manejo correcto, aunque un poquito duro.
Evidentemente, la única situación en la que puede compensar el Kuga es si solemos transitar por caminos en mejor o peor estado; gracias a su correcta altura libre al suelo -20 cm- y unos neumáticos bastante -camperos-, este Ford se defiende… aunque ni por robustez ni por cualidades está pensado para meterse en situaciones
más comprometidas.
Por dentro
Más grande fuera que dentro
La postura es excelente: cómoda y elevada. Por otra parte, las butacas son confortables -con reglajes eléctricos por 400 euros-, el volante es muy agradable de empuñar -y se regula en altura y profundidad- y la visibilidad es muy correcta -salvo hacia atrás-.
Ofrece menos anchura y espacio para las piernas que casi todos sus rivales. ¿Lo mejor? La altura y detalles prácticos como las mesitas -tipo avión–de serie- o la toma de corriente de 230 V -opción por 120 euros-.
El maletero es de 360 litros -algo menos que un Focus-… sin rueda de repuesto -410 litros con kit reparapinchazos-. Tiene formas regulares, asientos abatibles y un portón con luneta de apertura independiente.
De serie incluye un equipo de audio sólo correcto, aunque con mandos bajo el volante y seis altavoces. Por 350 euros se ofrece un equipo de la marca Sony con cargador de seis CD-s que suena batante mejor -y que es recomendable-. Se puede completar con Bluetooth, control de funciones por voz -Ford lo llama V2C- y una toma para conectar un USB por otros 300 euros.
El salpicadero es muy correcto, pero se nota que pertenece a una ‘antigua generación’ dentro de la marca -es similar al del C-Max, que data de 2003-. Esto se aprecia en el diseño -voluminoso y cuadrado, frente al estilo redondeado, deportivo e incluso bien pensado de los Mondeo y S-Max- y en detalles tecnológicos -los mandos
del volante son ‘los de toda la vida’, no los modernos pads -mandos cuadrados multifunción similares a los de cualquier mando de videoconsola-, inspirados en los videojuegos del S-Max-.
En calidad falla algo. Nuestra unidad era una preserie; eso explicaría que los ajustes fueran mejorables en zonas como la que une, por dentro, el revestimiento de la
puerta y la ventanilla. Por lo demás, los plásticos empleados son correctos en la parte superior -mullidos y más duros en la inferior.
El navegador opcional -1.900 euros-, con pantalla táctil -desde la que se controla también el equipo de audio-, es complejo de manejar. Por otra parte, se echa en falta un mando para accionar el cierre centralizado u otro para desconectar el ESP -para hacerlo hay que ‘navegar’ por el ordenador de a bordo-.
El freno de mano sigue encomendado a una clásica palanca. Desde el display de la instrumentación se puede regular la dureza de la dirección asistida.
Para arrancar el motor hay que mantener pulsado el pequeño botón situado entre los aireadores. Por seguridad, no apaga el motor con el vehículo circulando.
Por fuera
Muchas opciones ‘cosméticas’
Los faros bixenón cuestan 850 euros; siguen siendo una opción costosa… teniendo que en cuenta que no giran en curva -algo que sí ofrece el Focus-. Los antiniebla delanteros sí se incluyen de serie.
El acabado tope de gama, Titanium, incluye llantas de 17- -de 18- por 350 euros- sobre unos neumáticos Goodyear Wrangler 235/55; cada uno sale por 250 euros.
Las lunas traseras tintadas se pagan en un pack, junto con las barras de techo, por 150 euros. Por otra parte, el techo panorámico practicable con accionamiento eléctrico cuesta 500 euros.
De serie, el Kuga Titanium incluye un sensor de lluvia… un poco lento de funcionamiento. Por otra parte, hay que pagar tanto por unos espejos plegables -150 euros- o por un sensor de aparcamiento trasero -300 euros-..
En marcha
En ciudad se defiende.
Tiene unas dimensiones lo bastante contenidas como para que maniobrar no sea un engorro… si bien es cierto que gira menos que un Focus. La respuesta del motor es buena desde pocas vueltas y el acceso al interior es cómodo.
En autopista…
Es muy agradable conducir el Kuga en una vía rápida… porque transmite esa sensación de seguridad y aplomo que dan otros todo camino más grandes. Por consumo
y autonomía no plantea ninguna queja.
Correcto en carretera.
Tiene buena estabilidad, adelanta con rapidez, la dirección es precisa… Entre los todo camino es de los mejores: bastante ágil y noble. ¿Lo peor? La suspensión es firme y los baches pronunciados -sacuden- el coche.
CÓMO VA
Velocidad máxima
|
180 km/h
|
Aceleración 0-100 km | 10,7 seg. |
Consumo medio | 6,4 l/100 km |
Técnica.
|
|
|
Gama y rivales
LA GAMA El modelo que hemos probado es el Kuga 4×4 y acabado Titanium; hay una versión Trend con un equipamiento más básico que cuesta 28.850 euros y también una
variante sólo con tracción delantera que cuesta desde 25.500 euros. Para otoño, se pondrá a la venta un Kuga gasolina 2.5 turbo de 200 CV, así como un cambio automático de seis marchas para el motor diesel. Por estas fechas, llegan dos nuevas opciones: llantas de 19- y neumáticos antipinchazos. En 2009, veremos un Kuga diesel 1.6 de 109 CV.
MODELO | POTENCIA | PRECIO |
2.0 TDCi 2WD Trend | 136 CV | 25.500- |
2.0 TDCi 4WD Trend | 136 CV | 28.850- |
2.0 TDCi 4WD Titanium | 136 CV | 31.215- |
Rivales
Son los coches de moda; muchos de los compradores que antes querían una berlina media o un compacto muy equipado ahora se fijan en un todo camino. Un segmento que, en apenas un año, ha recibido nuevos integrantes. Hemos reunido los más parecidos al Kuga por precio, potencia y concepto.
Kia Sportage 2.0 CRDI Active 140 CV. 29.040-. Lo bueno: no sólo cuenta con uno de los precios más competitivos: además, es el único con siete años de garantía. Es un modelo que cumple en carretera, se defiende en campo y tiene un interior bastante espacioso para los pasajeros. Lo malo: el maletero se queda en sólo 325 litros. El diseño exterior del Sportage no tiene la -frescura- del Ford… y no incluye, ni en opción, airbags de cortina.
Nissan Qashqai 2.0 dCi 4×4 Tecna 150 CV. 28.400-. Lo bueno: aporta casi lo mismo que el Kuga en habitabilidad, seguridad… pero resulta más manejable -es 13 cm más corto-, cuesta menos, va más equipado y su motor -de Renault- corre más y tiene un consumo similar. Encima, es más cómodo. Lo malo: el Kuga tiene
pocas cualidades TT… pero en el Nissan son nulas. La postura de conducción podría ser mejor si el mullido del asiento no fuera tan blando.
VW Tiguan 2.0 TDI Sport 140 CV. 33.190-. Lo bueno: el Tiguan es bueno en carretera por el manejo del cambio, la dirección, los frenos… además, es el más estable de todos. En calidad de acabados y detalles tecnológicos -en breve podrá incluir un sistema de suspensión regulable- se impone al Kuga. Lo malo: el Tiguan se paga
caro, sin estar más equipado que el Kuga. Sus prestaciones y consumos son peores que los del Ford debido a su mayor peso.
Land Rover Freelander 2.2 TD4 S 160 CV.32.800-. Lo bueno: por apenas 1.000 euros más, el Land Rover es -más coche-: con mayor espacio interior, una calidad de referencia, una comodidad superior en carretera y un avanzado sistema de tracción. Por supuesto, es un auténtico Land Rover. Lo malo: la instrumentación es demasiado sencilla. La mayor anchura de la carrocería respecto a sus rivales le hace menos manejable en garajes estrechos.
Toyota RAV-4 2.2 D-4D Sol 136 CV. 32.200-. Lo bueno: destaca por su equilibrio general: es espacioso, de calidad, va bien equipado y cumple de sobra en carretera, donde su motor es de los que menos gasta del segmento. Además, Toyota es una marca que destaca por fiabilidad. Lo malo: su diseño es moderno,
pero no tan -expresivo- como el del Ford. El portón del maletero se abre hacia un lado: necesitaremos detrás un hueco amplio.
Renault Koleos 2.0 dCi 4×4 Dynamique PK2 150 CV. 30.600-. Lo bueno: como en otros Renault, la relación precio/producto/ equipamiento será su principal virtud. Su elevada comodidad le harán muy recomendable para viajar por carretera. El hecho de ser Renault le ayudará a -ser popular-. Lo malo: al menos con las cifras oficiales en la mano, el Koleos es el peor acelerando y también de los que más gastan. El coche se fabrica en Corea… ¿afectará esto a su calidad?
Veredicto
Este atractivo todocamino es adecuado si circulas habiualmente por carreteras en mal estado, como por ejemplo, las que conducen a las esataciones de sky…
¿Por qué comprarlo? Por su moderna línea exterior, las prestaciones de su propulsor diesel y el comportamiento en carretera.
¿Por qué no comprarlo? Por presentar un acabado mejorable, un maletero pequeño y una gama reducida…