Sin embargo, la NHTSA –Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras– ha concluido que la campaña de revisión por parte de Ford se produjo demasiado tarde. La NTHSA señaló que Ford tuvo conocimiento del problema en mayo de 2011, pero no tomó ninguna medida hasta que las autoridades de tráfico iniciaron su investigación en julio de 2012.
La multa de 17,35 millones de dólares es la multa máxima que los reguladores de seguridad estadounidenses pueden imponer a un fabricante. Toyota Motor Corporation pagó la máxima multa el año pasado en un caso que también involucró un retiro demorado de autos.Imposible saber qué pasó con los aceleradores de Toyota
Toyota ya sabe cómo reparará los pedales defectuosos