La novedad principal del nuevo caballo americano es el citado motor V8 de 5.0 litros que ahora entrega 412 CV a 6.500 r.p.m. El motor anterior también era de ocho cilindros en uve pero -sólo- daba 312 CV. El nuevo ha sido mejorado y construido en aluminio, lo cual aligera el conjunto. El par motor máximo es de 528 Nm.
Como en todos los Mustang, la tracción recae sobre el eje trasero. La transmisión puede ser manual o automática. El consumo medio con transmisión manual es de 12.25 litros a los 100 km. Otra de las novedades es la dirección asistida eléctrica, bautizada por Ford como EPAS, que ajusta la dureza a la velocidad del vehículo y facilita el aparcamiento.
Los frenos del Mustang también han sido retocados debido al aumento de potencia. Ahora alcanzan los 29.2 cm en el delantero y los 30 cm en los traseros. Existe un paquete deportivo en el cual los frenos son aún más grandes – 35.6 cm – y llantas de 19´´.
Estéticamente, el Mustang no cambia mucho. Tan sólo se ha añadido la cifra 5.0 en el lateral para hacer público el cambio de motor. En el interior más o menos todo sigue igual, excepto por la llave programable MyKey o un mando universal para el garaje. Los asientos y la tapicería son iguales que los del GT actual.
