Ford aún no ha suministrado imágenes del interior, pero avanza que la consola central verá reducido su tamaño para proporcionar más espacio a los ocupantes. En ella se aloja una pantalla capaz de mostrar distintas imágenes al mismo tiempo al conductor y al pasajero. Esto es un elemento de seguridad, con el que se intenta que el conductor no se distraiga y reciba sólo información útil. Como no podía ser de otra manera, el S-Max Concept equipa el sistema de infoentretenimiento Ford SYNC con MyFord Touch -con conexión a Internet, para dispositivos móviles, etc-. El asiento del conductor se denomina `EGC Seat´, e incluye control del ritmo cardiaco. Mediante Ford SYNC se puede consultar un registro histórico, y el S-Max puede avisar a los servicios médicos si detecta un problema grave. Los asientos traseros son capaces de controlar los niveles de glucosa, alertando si su pasajero -probablemente, un menor- sufre una crisis diabética.
En cuanto a materiales, el prototipo contará con cuero y fibra de carbono. El habitáculo podrá configurarse con entre cuatro y siete plazas, pues el asiento central de la segunda fila puede plegarse de forma independiente.
El S-Max Concept monta tecnología de comunicación entre distintos vehículos, con la que los usuarios de una vía se pueden avisar de las incidencias que se presenten. La ayuda al aparcamiento `Active Park Assist´ es ahora capaz de asistir durante el estacionamiento en batería o cuando estamos sacando el coche de la plaza.
Para el futuro S-Max, Ford ha optado por montar el propulsor 1.5 EcoBoost, pero todavía no ha anunciado cuál será su potencia. La nueva generación del Ford S-Max definitiva llegará en 2015.