El Ford S-Max es un monovolumen ideal para aquellos que quieran disfrutar de ciertas aptitudes deportivas sin renunciar a una faceta más práctica. De hecho, es la cualidad fundamental de este modelo, algo que le distingue de otras alternativas como el Ford Galaxy –fabricado también en la planta valenciana de Almussafes- o los Seat Alhambra y Volkswagen Sharan.
Además, ahora la marca del óvalo introduce importantes mejoras mecánicas. Hablamos del motor diésel 2.0 EcoBlue, que sustituirá a los conocidos TDCi y estará disponible con cuatro niveles de potencia: 120, 150, 190 y el espectacular Bi-Turbo de 240 CV. También se ofrecerá una caja de cambios automática de ocho relaciones como opción para los dos bloques intermedios y de manera estándar para el más potente.
La versión EcoBlue 150 CV con cambio manual de seis marchas será una de las más demandadas por los clientes. Cuenta con un par máximo de 370 Nm, acelera de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos, alcanza 198 km/h y establece un gasto medio de entre 5 y 5,2 litros/100 km. Si queremos más, la variante de 190 CV llega hasta los 400 Nm, acelera en 9,5 segundos y llega hasta los 211 km/h, todo con el mismo dato de consumo. Ambas pueden adoptar un sistema de tracción total AWD que le aporta un plus de agarre en condiciones climatológicas adversas.
Como tope de gama, el 2.0 EcoBlue Bi-Turbo rinde 240 CV y un elevadísimo par motor de 500 Nm. Esto se traduce en una aceleración en 8,6 segundos, una velocidad máxima de 220 km/h y un consumo mixto de entre 5,9 y 6 litros a los 100 km. Por el contrario, si prefieres optar por un propulsor de gasolina, la marca nos ofrece el 1.5 EcoBoost de 165 CV vinculado a un cambio manual de seis relaciones y a un filtro de partículas para mejorar su faceta medioambiental.
Como no podría ser de otra forma, el Ford S-Max 2019 estará disponible con varios acabados, entre los que destacará el deportivo ST-Line y el lujoso Vignale. En las próximas fechas, podremos darte todos los precios referentes al mercado español.